Las vajillas que utilizamos en nuestro día a día no tienen porqué ser aburridas, ni sosas, ni producidas en serie por alguna multinacional generadora de tendencias. No mientras existan mentes creativas y manos artesanas como las de Joohyun (Chuyán pronunciado en castellano), una coreana que vino a Madrid para estudiar su último curso de Filología Hispánica, y se quedó. De paso, se trajo algunos secretillos de la tradición alfarera asiática.
Desde su taller de Carabanchel moldea una a una cada pieza con las que compone sus vajillas artesanas, funcionales y prácticas. Porque lo que hace Laon Pottery, que así se llama la marca con la que las firma, son objetos para el día a día, para disfrutarlos más que para contemplarlos. Y si me apuras, para disfrutarlos con calma, la misma con la que Joohyun las hace mientras da vueltas al torno casi como en un ejercicio de meditación diario.
Y eso es lo que transmite con ellas. Calma, serenidad, sencillez desprovista de adornos innecesarios, en colores tierra y tonalidades muy naturales. Como el barro mismo. Los cuencos son una de sus pasiones, además de platos, fuentes… y algún que otro jarrón.
Porque de vez en cuando sus musas le piden piezas más personales que, en muchas ocasiones, acaban decorando alguna casa de Milán o de cualquier otra ciudad desde la que le llegan pedidos a su página web (por el momento solo tiene tienda online). No nos equivocamos si decimos que sus piezas no son de las que pasarán rápidamente de moda, pues no son producto de la tendencia, sino de la inspiración y de la gente que le rodea en cada momento.
