Lo que comenzó como una tienda de gadgets de cocina para los más pudientes, se ha acabado convirtiendo en una megastore para los más atrevidos cocinillas. Del barrio de Salamanca a Malasaña, y que nadie se líe porque hablamos de The Kitchen Company, que ha acabado convirtiéndose en Lecuine, la tienda de utensilios de cocina más prácticos y actuales. Si queréis aprender los secretos de la cocina a baja temperatura (precisión milimétrica en los tiempos de cocción; ya no hay excusas para no atinar con el punto de la carne y el pescado) y la alimentación saludable (cocinado en sus propios jugos), eficiente (ni comparación con el gasto eléctrico del horno), preguntad por aquí, porque se las saben todas.
Además, la parte baja del local es una espectacular cocina taller (se llama The Box) donde sus cocineros residentes, Belén y Fernando, y otros invitados, enseñan las técnicas de las cocinas de vanguardia, las gastronomías del mundo y los preparados más tradicionales, siempre con un ojo puesto en la cocina de laboratorio. Y aunque todavía queda mucho para que el nitrógeno líquido se haga fuerte en nuestras cocinas (demasiado costoso, complejo de manejar y de almacenar), hay otros utensilios y aditivos químicos que sí se han colado ya con ganas. Si no, a ver cómo podríamos hacer esferificaciones. “Puedes jugar a tener tu propio laboratorio de cocina, y es muy divertido”. Fernando enseña cómo en los talleres de TheBox.
