13 hoteles burbuja para dormir bajo las estrellas (y dos están en Madrid)

En la Sierra de Aracena, uno de los parajes más salvajes y auténticos de Huelva, se levanta este nuevo hotel burbuja que parece flotar alrededor de un mar de castaños y alcornoques. Un complejo formado por tres burbujas panorámicas, dotadas de todo tipo de comodidades, desde una cama queen size y jardín privado, a detalles más personales como antifaces (por si no te apetece ver el sol al amanecer, aunque ya que estás ahí, deberías). El desayuno está incluido. La cena (en clave romántica o de degustación), o os masajes (que puedes contratar en la propia habitación), no, pero las tarifas son bastante económicas. 

Más información en la página web del hotel. 

A medio camino entre hotel burbuja y casita en el árbol, así es este alojamiento de la sierra, tan privado y singular, que solo dispone de un domo. La tranquilidad es total, con la garantía de poder dormir bajo las estrellas (a no ser que el cielo esté cubierto) y la seguridad de que la experiencia será inolvidable, como sucede con este tipo de alojamientos levantados en medio de la naturaleza. Este, para ser precisos, se encuentra dentro de una finca de más de 85.000 m² (Poniclub, dedicada a la hípica y con escuela de equitación) situada en San Agustín de Guadalix, y su lema, no puede ser más inspirador: 'Disconnect to reconnect'. 

Enclavado en la naturaleza, en el corazón de la sierra de Gredos, se levanta esta burbuja transparente y panorámica, cada una en una parcela privada de 180 metros cuadrados, para disfrutar de una escapada durante los 365 días del año. Tú eliges: "al cobijo de un atardecer degustando un aperitivo de bienvenida, en una noche con vistas panorámicas al cielo o en un amanecer con un desayuno exquisito", como apuntan desde la compañía. Y si llueve, también: el sonido de las gotas de agua golpeando la parte superior de la burbuja provocan cierta sensación de relax y desconexión desde el interior que merece la pena descubrir por uno mismo. Se encuentra en Navatalgordo, a los pies de la sierra, pero alejado del núcleo urbano para poder disfrutar de un cielo limpio que permita visualizar un mar de estrellas en noches despejadas. 

Entre Ciudad Real y Albacete, y a poco más de 35 kilómetros de las lagunas de Ruidera, se encuentra el hotel burbuja Zielo Las Beatas (Villahermosa). Un complejo formado por cinco burbujas climatizadas y parcela individual de más de 200 metros cuadrados cada una de ellas, que ofrecen unas conciciones privilegiadas para la contemplación de las estrellas, que para eso se asientan a mil metros de altitud en una zona libre de contaminación lumínicia. Eso fuera, pero es que dentro de cada una de ellas no falta detalle: cama 'king size' con dosel, ducha con vistas al cielo, telescopio para ver las estrellas por la noche... Y ya que estamos ante una de las noches más románticas del calendario, el hotel permite añadir algún que otro con extra: desde jacuzzi-spa con cromoterapia o habitación personalizada con pétalos de rosa en la cama para los que quieran darse un atracón de romanticismoo, hasta una proyección de imágenes personalizadas en el cielo de la burbuja o una cena gourmet en una de las tinajas convertidas en singulares habitáculos para disfrutar de una velada única para dos.

Más información en la web del Hotel Zielo Las Beatas

Nomading Camp Sierra de Gredos el primer alojamiento de estas características que abre en Madrid, aunque en realidad está asentado en Pedro Bernardo, en el término municipal de Ávila, muy cerca de Arenas de San Pedro. Un remanso de paz a menos de dos horas de la capital con habitaciones a cielo abierto para disfrutar de un cielo estrellado desde la cama, con jardín privado y telescopio para descubrir todos los secretos del firmamento. Llega de la mano de una compañía especializada en 'glamping' que ya cuenta con burbujas en entornos naturales privilegiados (Andorra, Málaga, Alicante y Navarra), en las que se puede disfrutar de una experiencia en contacto con la naturaleza pero sin descuidar las comodidades de un hotel. Porque de esto va precisamente el camping de lujo, una manera de hacer turismo cada vez más de moda.

Más información en la web del hotel

¿Hay algo más romántico que regalar la luna por San Valentín? Creemos que no. Y no es un sueño imposible, si reservas noche en las habitaciones futuristas con vistas panorámicas de esta constelación levantada en un paraje remoto de Hormigos (provincia de Toledo), a poco más de una hora desde Madrid. Se trata de Miluna, ocho burbujas abiertas a la naturaleza, para estar con los pies en la tierra durante el día y los ojos bien clavaditos en el firmamento cuando llega la noche. Bajo una noche estrellada, cada pareja puede elegir diferentes tipos de experiencias: bañera de hidromasaje en el exterior de la burbuja, rodeada de una parcela repleta de plantas aromáticas, observación astronómica con el telescopio (encontraréis un libro de astronomía para que no os perdáis detalle de lo que veis por la mirilla)... Y por la mañana, una sesión de spa y un desayuno a base de productos ecológicos y de proximidad para tomar en la propia parcela. 

Más información en la página web de Miluna Open Nature Rooms

Todos los hoteles burbuja tienen elementos comunes (digamos que la habitación panorámica, bajo las estrellas y rodeada de naturaleza es la que los define) pero cada uno tiene algo más que le hace especial. Y en el caso de este nuevo hotel burbuja de Cálig, en Castellón, la naturaleza que lo rodea es lo que más y mejor lo define: se levanta en una zona que concentra la mayor cantidad de olivos milenarios del mundo, el Bajo Maestrazgo, rodeado de muros de piedra seca (técnica milenaria propia de esta provincia, que se utilizaba para proteger los cultivos) y a solo 20 kilómetros de uno de los pueblos más bonitos de España, Peñíscola (ciudad en el mar salpicada de calas y coronada por un antiguo castillo del siglo XIV). Y eso ya es un plus. Hacer senderismo por el Parque Natural de la Serra d’Irta, recorrer los pueblos de alrededor en bici (desde Morella a Alcalá de Xivert) o incluso practicar golg en uno de los mejores campos de España también es posible desde estas mágicas cúpulas. 

Más información en la web de Noches de Calig. 

Hoteles con encanto hay muchos, pero no todos son iguales. Algunos como el Pao Spa, situado en medio de la naturaleza de la sierra del Cabeço D'or, en Jijona (Alicante), va un poco más allá. Además de ser una cara bonita, lo suyo es la tranquilidad y la desconexión, porque además de las habitaciones románticas, con jacuzzi y chimenea, ha instalado una suite burbuja a la intemperie. Algo así como un ventanal panelable de cristal, en forma de esfera totalmente panorámica, para contemplar el firmamento y dormir bajo las estrellas. Fuera, además de un cielo estrellado, espera un jacuzzi de 30 metros cuadrados, y una mesa para dos, perfecta para tomar la cena y el desayuno de buena mañana con los primeros rayos de sol. 

Más información en la web de Finca Pao. 

Rodeado de un campo de olivos centenarios, inmerso en la serranía de Ronda (Málaga), se encuentra este hotel burbuja. Cada una de sus cúpulas transparentes permiten una vista panorámica durante el día y la noche. Y, a pesar de su aspecto rural, como de acampada en la naturaleza, aquí cada habitación cuenta con todas las comodidades de un hotel. Es la era del 'glamping', en un ambiente relajado, rodeado de un entorno tranquilo y, lo que es más importante, íntimo. ¿Qué más se puede pedir para celebrar una noche de enamorados?

Más información en la web de Nomading Camp Ronda

Solo para dos. Las experiencias que se vivien en las 'sky bubbles' de la dehesa El Toril son para vivirlas en pareja. Aquí, en el corazón de una finca privada de 70 hectáreas con más de 300 años de historia en el valle del Tiétar (a la sombra de la sierra de Gredos, a solo media hora de Talavera de la Reina) y alejadas de la civilización, se levantan solo dos burbujas totalmente aclimatadas para una escapada rural, íntima e inigualable. Llevan el nombre de dos célebres filósofos, Platón y Epicuro y, rodeadas de encinas y alcornoques, la noche promete en cada una de ellas: bañera jacuzzi al aire libre (si la el tiempo lo permite), tumbonas y mesita para dos. Una noche de película, como la finca en sí misma, hoy explotación ganadera de desarrollo sostenible y coto privado de caza que en los años 90 fue escenario de la película de Oliver Stone 'Entre el cielo y la tierra'. 

Más información en la web de El Toril Glamping Experience

Si además de un cielo estrellado, a ras de suelo sumas un paisaje totalmente desértico sumergido en medio de un campo de trigo y habitaciones de diseño, la sorpresa está más que garantizada. Así es Aire de Bárdenas, un hotel situado en medio de la nada, en el Parque Natural de las Bardenas Reales (Navarra), entre Madrid y Barcelona, que ha recibido más de 30 premios por su singularidad, su encanto, su arquitectura efímera... Con una carta de presentación así, ¿a quién no le apetece pasar una noche en alguna de sus habitaciones singulares? El susurro del viento será la única compañía, además de la pareja, que tengáis a vuestro alrededor en sus burbujas panorámicas.

Más información en la página web del Hotel Aire de Bardenas

Estas habitaciones a cielo abierto están en la provincia de Girona. "Hemos querido crear un espacio ideal para celebrar la vida y el amor". Así definen desde Mil Estrelles el ambiente que se respira en cada una de sus tres habitaciones burbuja, panorámicas y abiertas a las estrellas, para pasar una noche romántica en pareja. De entre todas, la más especial es la Espiga, la habitación de categoría superior que recibe el nombre de la estrella más brillante de la constelación de Virgo (que para los romanos simbolizaba la fertilidad). Se trata de una habitación duplex, con salón comedor, chimenea y jardín privado en la parte inferior, y el dormitorio burbuja con balcón en al parte superior a la que se accede por una escalera de caracol. Ellos ponen el espacio, vosotros la pasión del momento. 

Más información en la página web de Mil Estrelles

Un viñedo de albariño en el interior de las Rías Baixas es el paisaje que rodea a las cinco burbujas de Albarari, el hotel panorámico con sello gallego que no te promete la luna, pero sí te acerca a las estrellas. Sus burbujas astronómicas invitan a pasar una noche romántica bajo el firmamento en Sanxenxo con el aliciente de aprender un poquito más sobre su cielo estrellado. Porque además de hotel, este es un observatorio y un centro de interpretación astronómico. Y está a solo cinco minutos del casco histórico de la localidad pontevedresa. 

Más información en la página web de Albarari