5 pistas para descubrir quién fue Eusebio Sempere

El artista valenciano, maestro en el diseño de juegos ópticos como el que veis aquí, empezó a desarrollar su obra en Francia. Cuando era muy joven le becaron para formarse en París, donde trabó amistad con Eduardo Chillida, recibió influencias de personajes como Kandinsky o Klee y entró en contacto con obras y movimientos artísticos vetados en ese momento en España, que atravesaba la tristeza de los primeros años del franquismo.

Mientras vivía en París, Eusebio Sempere tuvo una intensa relación con una mujer. Cuando terminaron, en un arrebato de cólera, Sempere destruyó gran parte de su obra. No era la primera vez que arremetía contra su arte: tras su primera exposición en Valencia, que recibió duras críticas, también rompió todas sus piezas. Eso imprime un carácter efímero a su legado. Al fin y al cabo, muchas de sus creaciones se perdieron para siempre.

Su curiosidad le llevó a investigar sobre el movimiento y la luz como material artístico y las posibilidades de la tridimensionalidad. En este sentido, redactó el 'Manifiesto de la luz' y comenzó a producir obras que no se podían clasificar ni como lienzos ni como esculturas. Aquí econtramos un extraño ejemplo de corte papirofléxico, que no se sabe si es flor o ventilador.

Al volver a Valencia, Sempere se unió al grupo Parpalló, un colectivo de artistas de la ciudad y alrededores que aunaban esfuerzos por activar el contexto artístico nacional, marcado por la sombra de la dictadura. Este colectivo, que se había formado en octubre de 1956, encontró en la experiencia parisina de Sempere un apoyo ideológico imprescindible.

Una vez en España, su obra comenzó a ser reconocida internacionalmente. Sempere viajó por los grandes museos de arte contemporáneo de todo el mundo para exponer sus trabajos. Aquí tomaron importancia sus esculturas cinéticas, aunque no dejó de lado el trabajo que venía realizando con lo óptico y los juegos lumínicos. En el Reina Sofía estos días podremos comprobarlo.