El artista madriñeño Álvaro Urbano propone en esta exposición una reactivación de los espacios en desuso o abandonados.
Urbano se basa en el Pabellón de los Hexágonos, una obra de los arquitectos Ramón Vázquez Molezún y José Antonio Corrales Gutiérrez que fue proyectada para la Exposición Universal de Bruselas de 1958. La pieza fue galardonada con el Primer Premio de Arquitectura y trasladada posteriormente a la Casa de Campo de Madrid.