Tras la exposición de impresionismo francés organizada por el marchante Paul Durand-Ruel en Nueva York en 1886, los artistas americanos comenzaron a hacer uso de la nueva pincelada, los colores brillantes y los efectos fugaces propios del movimiento francés; muchos de ellos, decidieron incluso viajar a París para conocer el impresionismo de primera mano.
Esta exposición, organizada por el Musée des impressionnismes Giverny y la Terra Foundation for American Art, en colaboración con las National Galleries of Scotland y el Museo Thyssen-Bornemisza, será la primera ocasión de poder contemplar en España una muestra dedicada a la expansión del impresionismo en Norteamérica. A través de más de 60 pinturas de artistas estadounidenses descubriremos cómo interpretaron y adaptaron el impresionismo entre las décadas de 1880 y 1890 y su posterior desarrollo hacia 1900.