La artista argentin a Marisa Caichiolo lleva a La Neomudéjar una exposición que fusiona memoria, pérdida y resiliencia mediante el bordado de materiales plagados de significado, como su propio cabello.
La muestra aborda los legados de las desapariciones forzadas y la violencia, invitando al espectador a ver más allá de la superficie y enfrentarse a verdades incómodas. El trabajo de Caichiolo pone énfasis en la empatía y la importancia de reconocer verdades difíciles en la historia colectiva, utilizando elementos personales y emotivos, como ropa y fotografías antiguas, para simbolizar el hogar y las conexiones humanas.