Este local malasañero tiene una doble vertiente interesante. Por un lado, es un bar de copas que pincha rock y por otro, es un bar deportivo donde disfrutar de todos los partidos con los amigos. Por tanto, los peces pintados en sus paredes bailan al ritmo de los DJs, mientras las noches de entre semana y algunos findes, grupos de amantes del buen deporte se reúnen para ver un partido de su equipo o disfrutar de los Play Offs de la NBA.
Hay tan buen rollo que a veces da la sensación de que estás en un bar de amigos. Siempre hay gente joven y moderna y los precios son económicos.