Apodado "el más grande de todos los tiempos", Sonny Hayes (Brad Pitt) fue el fenómeno más prometedor de la Fórmula 1 en la década de 1990 hasta que un accidente en la pista casi acaba con su carrera.
Treinta años después, es un piloto nómada a sueldo al que contacta su antiguo compañero de equipo Rubén Cervantes (Javier Bardem), propietario de un equipo de Fórmula 1 en apuros que está al borde de la quiebra, quien le convence para volver a la Fórmula 1 y tener una última oportunidad.