En 1928, el magnate Henry Ford hizo construir una colonia industrial en los bosques de la Amazonia brasileña, destinada a producir neumáticos para todos los automóviles norteamericanos. La llamó Fordlandia, como un imperio del sueño del capitalismo más explotador. A fecha de hoy, no es más que una monstruosa ciudad fantasma, suspendida entre la utopía y la distopía. Así es cómo la muestra la portuguesa Susana de Sousa Dias en esta cartografía sombría del abandono.
Dir. Susana de Sousa Dias.