A Ana a veces le falta el aire, su madre cree que es porque durante su embarazo hubo un momento en el que no pudo respirar. Fue la tarde del 13 de febrero de 1982, cuando su padre, Emil, fue detenido y desapareció junto a otras 45.000 personas.
En el silencio y el miedo que aún perduran en una sociedad de posguerra, Ana se sumerge en la memoria de sus familiares y de quienes conocieron a su padre.