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Vicky Luengo
©Alfredo AriasVicky Luengo

Vicky Luengo: "He intentado olvidarme de las expectativas de la gente"

Hablamos con la actriz, que estrena 'Reina Roja', de su momentazo profesional y de la responsabilidad de hablar alto y claro

Àlex Montoya
Escrito por
Àlex Montoya
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Algo cambió en su vida con 'Antidisturbios'. La serie de Rodrigo Sorogoyen la puso bajo todos los focos, le regaló los oídos con elogios merecidísimos y llenó sus estanterías de premios. Desde entonces, el talento de Vicky Luengo ha encontrado vehículos en cine (la estupenda 'Suro'), teatro (el fenómeno 'Prima Facie') y, ahora, televisión: el inmediato estreno de 'Reina Roja' (29 de febrero) promete convertir la adaptación seriada de las novelas de Juan Gómez-Jurado en un éxito para la plataforma Prime Video. El momentazo profesional de la actriz no es casualidad, más bien fruto de casi 20 años de carrera –empezó de adolescente– y de un compromiso firme con la profesión y consigo misma.

Que las novelas de 'Reina Roja' sumen tres millones de lectores parece asegurar un éxito para la serie. ¿O tiene algo de caramelo envenenado? 
No lo sé, cuando haces algo que tanta gente espera, quizás no cumples con todas sus expectativas. También es verdad que mi posición como actriz es distinta a la del 'showrunner', el director o los productores. Yo he intentado olvidarme de esas expectativas, o era imposible hacerlo bien. No puedes gustarle a todo el mundo, así que tienes que hacerte tuyo al personaje y poner todo el amor y la humildad posibles. No sé si funcionará o no, es que ya me he llevado tantos chascos... que soy muy cauta. Pero creo que hemos hecho un buen trabajo y que la serie respeta el alma del libro.

¿Has conseguido evitar la presión que supone todo el fandom?
Al principio me pesó mucho, porque es difícil no intentar controlar las expectativas cuando eres especialmente controladora, y yo lo soy. También me conozco y soy muy trabajadora, me dejo la piel en las cosas que hago, y confié en ello, en mi persistencia y en mi responsabilidad de trabajo. Pensé que lo haría lo mejor que pudiera, pero evidentemente era imposible llegar a la imaginación de tres millones de personas. Así que la presión me pesó, pero te juro que logré apartarla, no sé por qué ni cómo, supongo que porque sentí mucha confianza de Juan Gómez-Jurado y del director Koldo Serra, pero conseguí apartarla. Me informé muchísimo sobre gente con altas capacidades [su personaje, Antonia Scott, tiene un cociente intelectual de 242], cómo viven, cómo tienen el cuerpo, cómo reaccionan a las luces, al sonido, qué les duele... e intenté agarrarme a cosas que me permitieran actuar. Y con esto logré alejarme un poco del imaginario común.

Hemos visto decenas, centenares, de thrillers oscuros sobre policías persiguiendo a psicópatas. ¿Qué tiene este de especial?
Es que yo no lo describiría como un thriller. Al menos le atribuiría el concepto de thriller luminoso, ¿no? Para mí es, sobre todo, una historia de amor entre dos personas que investigan un crimen. Dos personas que están muy solas, que necesitan encontrar a alguien en la vida a quien amar, y que le ame. Antonia y Jon son el aceite y el agua. Lo especial es que el thriller está atravesado por dos personajes que aprenden a quererse y que se salvan de la soledad, y esto hace que 'Reina Roja' no sea una más que ya has visto cuarenta mil veces.

Era muy importante que Madrid fuese un personaje más de la serie

Tú eres Antonia Scott, y Jon es Hovik Keuchkerian, con quien ya habías coincidido en 'Antidisturbios'. Y en la serie aparecen Alex Brendemühl, Andrea Trepat, Celia Freijeiro, Emma Suárez... ¡y Madrid!
Era muy importante que Madrid fuese un personaje más de la serie. Creo que la ciudad está muy bien retratada y que se ha enseñado de una forma muy bonita. Y en cuanto al reparto, son todos intérpretes muy potentes, podía aprender muchísimo de ellos, y humanamente, que es algo que valoro mucho al sumarme a un proyecto, son muy buena gente. Y es verdad que Hovik es un hombre extraordinario, que hace que como actriz te sientas constantemente retada.

Desde fuera, parece que, después del punto de inflexión que supuso 'Antidisturbios', tu carrera se ha disparado de forma increíble. 
Mira, estoy contentísima, pero lo que vosotros veis muy claro yo lo he vivido con más distancia. Por ejemplo, cuando estrené 'Antidisturbios' estuve un año entero haciendo una gira teatral los fines de semana y solamente rodé 'Suro'. Lo disfruté mucho, pero lo viví con mucha tranquilidad y con tiempo libre. Es verdad que valorándolo y escuchándote ahora a ti, porque a veces ayuda una mirada externa para darte cuenta de las cosas, yo intento agradecer cada día lo que me pasa, porque sé que es extraordinario y que es un privilegio que puede irse cualquier día. Cuando hice 'Suro', dije que es muy difícil estar en un proyecto en el que haya sido tan feliz. Pero ha seguido pasando, con 'Prima Facie' por ejemplo, donde explicas algo importante y que funciona a nivel de crítica y de público. Te devuelven todo el amor que pones trabajando. 

Este monólogo habla de temas demasiado importantes como para ponerme yo en primer plano

Hablemos de 'Prima Facie', un monólogo que pone sobre la mesa asuntos como la violencia machista, los abusos sexuales, el consentimiento... Y creo que no hay una crítica mala, todo lo contrario. ¿El elogio debilita?
Te voy a confesar que estrené con mucho miedo, nunca había hecho un monólogo como este y estaba cagada, la verdad, así te lo digo. No sabía si sería capaz. Cuando vi que llenábamos en las primeras funciones, me puse muy contenta. Pero conforme iban pasando los días y crecían las expectativas, empecé a dudar de si podría estar siempre a la altura. Tengo un debate conmigo misma, que ha sido interesante trabajar incluso en terapia; mi trabajo es de cara al público, y mucha gente opina sobre él. He tenido que desentenderme un poco de esas expectativas de la gente, porque al final no son responsabilidad mía, y como te decía antes, no puedes agradar a todo el mundo. Representar el monólogo me ha hecho reflexionar: "Vicky, ha ido bien hasta aquí, si deja de ir bien... ya veremos cómo lo encaramos". Principalmente este monólogo habla de temas demasiado importantes como para ponerme yo en primer plano. No importa tanto que me valoren como actriz o no. 

En ese sentido, no sé cómo llevas haberte convertido en una voz de referencia, opinando sobre las violencias sexuales en muchas entrevistas, o ante el reciente caso publicado por la prensa sobre los abusos de Carlos Vermut.
Pues mira, me estás preguntando cosas interesantes que he hablado conmigo misma y con gente cercana, porque son importantes. Yo sí considero que una figura pública tiene una responsabilidad de posicionamiento. Con esto no estoy diciendo que lo exija. Mi punto de vista es evidente, representar un monólogo como 'Prima Facie' te sitúa en un lugar, deja clarísima mi ideología. Yo sí he sentido la responsabilidad de hablar del tema y lo he hecho. Creo que es parte de mi trabajo el posicionarme ante casos extremos sobre los que se me pide opinión. 

Soy todo oídos. 
Vivimos en un momento y en una sociedad en la que las redes sociales tienen tanto peso, en la que es imposible que no se saque puntilla de absolutamente cualquier tema. Pero en este caso no debemos olvidar que hablamos de un problema estructural. Y yo intento no olvidarme de eso, tanto cuando opino como cuando leo o me informo. Este no es un caso puntual. Hablamos de una estructura de violencia que no sólo se da en el mundo del cine o en el de la cultura, pasa en todas partes. Y creo que es aquí donde debería ponerse el foco, en este caso, cómo generamos espacios de seguridad para ir modificando esta estructura entre todos. 

La gente que normalmente sufre abusos no está en posiciones de poder

Empezaste a trabajar de adolescente. ¿Has detectado en estos años si los rodajes o los ensayos son espacios más seguros? 
Un poco, sí, con figuras como las coordinadoras de intimidad, que ayudan mucho. Hay algo más de conciencia. Pero ¿sabes qué ocurre? Que mi respuesta no es demasiado válida porque, por desgracia, la gente que normalmente sufre abusos no está en posiciones de poder. Por tanto, cuando tú comienzas en una profesión, yo lo hice a los 16 años, es facilísimo que te pisen, que se te infantilice... Debería volver a tener 19 años y empezar de nuevo, para decirte si las cosas son distintas. Yo sí que veo diferencia, pero ahora, con 33 años, y en la posición que tengo, sería difícil que alguien hiciera cosas que antes me pasaban, y muy a menudo. Creo que ahora no las toleraría, pero tampoco suelen hacerlas con personas que estamos en una situación de más poder. Me cuesta contestarte a esto.

Tras petarlo en Madrid, vas a girar con 'Prima Facie' por el país. El texto tiene larga vida...
Mientras mi cuerpo aguante y hacer la función sea sano para mí, me gustaría que esta historia siga girando. A mí me gusta mucho hacer teatro y que llegue a muchos lugares. Y siento que parte de responsabilidad como actriz está en comprometerme a hacer una temporada en Madrid, pero también estar abierta a decir pues venga, ahora hacemos una temporada en Barcelona, ahora yo hago una gira y que la persona que vive en Cádiz , en A Coruña o en Palma de Mallorca tenga la misma oportunidad de ver el espectáculo que la de Madrid o Barcelona. Más con una obra como esta. 

Pronto te veremos en la serie 'Yo adicto' (Disney+), y en 'Verano en diciembre', una película en la que compartes cast con Carmen Machi y Bárbara Lennie. Y me parece que sigues con personajes intensos, torturados, dramáticos...
El más ligero de los personajes que he hecho últimamente es el de 'Reina Roja', porque tiene una parte de comedia que me apetecía mucho tocar, aunque tampoco es que Antonia Scott sea exactamente un personaje liviano o que no sufra. El de 'Yo adicto'  tampoco es feliz ni fácil, pero sí muy bonito y especial, y el de 'Verano en diciembre' toma ansiolíticos y sufre depresión. Nada ligero en el horizonte (risas).

Te ven como una señora torturada, Vicky... 
No lo sé, la cuestión es que de los proyectos que me llegan, los que me gustan son los que son. Puede que sea problema mío. Pero mientras tenga el privilegio de elegir, y me está pasando desde 'Antidisturbios', es verdad que me apetece comprometerme en trabajos que den una determinada mirada del mundo, y meterme en la piel de personajes complejos de entender, que son estimulantes para mí como actriz. Supongo que también pasa como siempre en la industria: si empiezas a hacer comedias o cosas más alegres, seguramente me llamarían para seguir ese camino...

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