Nacido al calor de la Movida Madrileña hace más de 30 años, el Bar Tula ha sabido reinventarse para seguir vivo y hoy es uno de esos locales que aúna modernidad y sofisticación. Lo mejor son sus cócteles. Nada más entrar, sus sillones blancos, sus tenues luces azules o moradas y su barra te invitan a sentarte en uno de sus altos taburetes y pedirte un gin-tonic.
También tienen sillones para relajarse aún más y celebran fiestas temáticas dedicadas a los 80, a Ibiza o al mismísimo San Valentín. Su público es madurito y sobrepasa los 30.