Es un local modesto en medio de una tranquila zona de Chamberí. Su joven clientela se mueve al ritmo de la música comercial. Cuando acudas con tu grupo de amigos, se dividirán entre aquellos que lo odian y los que se muestran entusiastas con los precios y desean volver. Sus copas no están nada mal de precio en una zona que suele ser elitista.
Suelen acudir los jóvenes de la zona, por eso, no es tan habitual ver a clientes que pasan los 30. Los cubatas están mezclados con alcoholes y marcas tradicionales.