Este es el local de los ‘niños buenos’ de la zona universitaria que no tienen problemas para pagar un poco más por una copa con tal de encontrarse en un ambiente joven, tranquilo y selecto. La música es variada, del pop al rock, pasando por los éxitos que suenan en ese momento en la radio y lo último de los artistas comerciales.
Es un local para hincharse a bailar, pero también tiene rincones donde una conversación a volumen alto es posible. Es recomendable ir con camisa o tacones por si los porteros tienen un mal día. Se llena a partir de las dos de la madrugada hasta que abre el metro, sobre las seis.