Raphael: "Creo que la gente lo sabe todo de mí porque yo pertenezco a la gente"

¿Icono o leyenda? "Agradezco de corazón todos los adjetivos, pero a mí me encanta que me llamen Raphael. Nada más", contesta el artista, que a sus 76 años sigue imparable. Si bien entre 2015 y 2017 se paseó por medio mundo con la gira Sinphónico, a finales del pasado año no dudó en volver a contar con una orquesta en un tour bautizado como RESinphónico donde, además, reformula parte de su extenso legado con la introducción de novedosas guirnaldas electrónicas. Acaba de unir ambos proyectos en un doble álbum que incluye cuatro temas inéditos. Asimismo, el 19 y el 20 de diciembre, por partida doble, sus fans podrán disfrutarlo en vivo y en directo en el WiZink Center.

"Este nuevo show es más divertido que el anterior. A Sinphónico le faltaba algo, algo así como una vuelta de tuerca. Por eso medio en broma le dije al compositor Lucas Vidal que le faltaba un ‘re’. Me hizo los primeros arreglos electrónicos y eso es lo que andaba buscando. Yo escucho de todo. Me gusta todo tipo de música. Eso sí, siempre y cuando sea buena. Perder el tiempo escuchando cosas que apestan como que no", afirma no sin antes apostillar que “me hace mucha ilusión ver cada vez a más gente joven bailando en mis conciertos. Estaba acostumbrado a públicos puestos en pie, pero no a que bailasen”.

Cuando se le pregunta acerca de por qué nadie debería perderse este espectáculo, él lo tiene muy claro: "Hace siglos que conmigo nadie duda porque me tienen más visto que el tebeo. Todo el mundo sabe perfectamente que salgo a por todas; a matar, en el buen sentido de la palabra. Por mucho que uno lleve tantos años jamás debe despistarse. Cada noche te tienes que ganar al público para que salga del recinto contento. No tengo ningún ritual antes de salir al escenario. Soy una persona que ni fuma ni bebe, y cuido mucho mi alimentación. Lo que sí es verdad, aunque no podría considerarse un ritual, es que el día que canto procuro no hablar o hacerlo lo mínimo. Charlar por teléfono me cansa muchísimo. No obstante, cantar es algo que no me agota y puedo estar haciéndolo durante horas".

Pese a su apretada agenda, en estos momentos Raphael ya está tramando la que será su enésima reinvención. "No te creas que es complicado. Los caminos que hay son infinitos y solo hay que verlos. Hay que estar entregado a esta profesión, y yo lo estoy en cuerpo y alma. El otro día estuve en París grabando en el estudio nuevas canciones. No te puedo contar mucho más sobre ello, pero yo sigo trabajando y reinventándome constantemente porque no hay más remedio. Hubo una época en la que era muy largón y lo contaba todo, así que he aprendido a callarme un poquito hasta que las cosas vayan a estrenarse", bromea.

No cabe duda de que tenemos Raphael para largo. "El trasplante de hígado al que me sometí en 2003 me dio todavía más fuerzas. Nunca he estado mejor que ahora de voz, de ilusión y de todo. Un posible descanso mío está muy lejos. Tengo muchísimas cosas por hacer. Al futuro únicamente le pido estar como estoy en estos momentos, mantener las mismas ganas y que siga con la misma voz. Si no, mejor que no esté". ¿Hay algún secreto que sus seguidores no conozcan y quiera aprovechar para desvelar en estas páginas? "Creo que la gente sabe todo de mí porque yo pertenezco a la gente. Ellos son los que me hicieron y los que me mantienen. Solamente puedo darles millones de gracias por todos estos años. Formar parte de las vidas de tantísimas personas es algo que vivo con el mayor respeto e ilusión". Genio y figura.