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De Taylor Swift a Bad Bunny y artistas madrileños, aquí tenéis 16 discos que pasarán la historia
Obviamente, 2020 no ha sido un año precisamente para recordar. Al menos, no para bien. No obstante, si hacemos balance de los lanzamientos musicales que aterrizaron en nuestras vidas, no cabe duda de que estos últimos doce meses estuvieron repletos de discos maravillosos. Tanto en nuestra redacción como en casa teletrabajando no cesaron de sonar todos estos.
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Hemos tenido que esperar ocho años para su vuelta, aunque la espera ha valido la pena. La estadounidense, a lo largo de estos trece temas, se abrió en canal como nunca. Hay mucha ira en sus letras, sí, pero también un poderoso mensaje de empoderamiento femenino más que necesario en estos tiempos. El mundo sería mejor con muchas otras Fionas.
Si algo ha dejado claro el cantante puertorriqueño durante estos años es que él, efectivamente, hace lo que le da la gana (acrónimo que ha utilizado para titular su último disco). Publicado a pocos días del confinamiento total en España, batió récords de escuchas en un solo día en Spotify. Su fusión entre reggaeton y trap y sus mordaces letras le han convertido en un ídolo de masas, con canciones como 'Yo perreo sola' o 'Vete'.
El aislamiento ha sido de lo más productivo para ella. Lejos de publicar un álbum, la estadounidense nos sorprendió con dos sólidas obras folk que bien podrían considerarse lo mejor de su discografía. No tengas prejuicios. 'Folklore', el primero de ellos, incluye números tan bellos como 'Exile', a dúo con Bon Iver, o la fantástica 'Cardigan'.
Pese a ese brutal arranque que es 'Ruptura', los gallegos nos presentaron el largo más pop y melancólico de toda su carrera. Para muestra, ahí están 'Fukushima', la preciosa 'ASMR Para Ti' o esa 'Cura Mi Corazón' que nos hace soñar despiertos con el retorno de Cocteau Twins. No sabemos cómo la hacen, pero se superan con cada nueva entrega.
Indiscutiblemente, estamos ante la triunfadora de 2020. Para nada este fue un disco innovador (de hecho, es más retro que sonoramente visionario), pero le debemos estar eternamente agradecidos por habernos hecho algo más amenas las primeras semanas de confinamiento. Con singles como 'Physical' o 'Break My Heart', sin duda, ya es toda una diva del pop.
Hace dos años, con 'Ole Lorelei', ya nos dejó claro que es una artista todoterreno receptiva a cualquier estilo. Pero con este rumbero 'Lo que te falta', producido por David Rodríguez (La Estrella de David), no hizo más que confirmar nuestras sospechas. Solo ella puede versionar 'Ducati Luv' de Yung Beef y Somadamantina y, encima, salir airosa de ello.
El leitmotiv de 'Gran Pantalla' está claro: actualmente, nos guste o no, todos somos esclavos de las tecnologías y las redes sociales. Nadie va a detener esto (al menos, de momento), pero gracias a esta no tan distópica realidad la banda madrileña nos trajo su mejor y más conceptual disco hasta la fecha. Nada mejor que el punk para sacar a relucir las miserias de la sociedad.
Sin rodeos, prescindiendo de baladas y rellenos innecesarios. 'Chromatica' es mejor que una clase de cardio. Y, además, se hace cortísimo, lo cual es de agradecer. Cuando nos dejen (es decir, cuando podamos volver a sudar como antaño en los clubes) sabemos perfectamente que '911', 'Replay' o 'Babylon' harán arder las pistas de baile. Esta es la Gaga que nos gusta.
A la tercera va la vencida. Dejando de lado el halo lo-fi de sus dos primeros largos, las madrileñas aprovecharon este 2020 para callar muchas bocas. No solo suenan más maduras y se han atrevido a explorar nuevos terrenos ('Riding Solo'), sino que además lo han hecho sin renunciar a su ADN igual de directo que accesible. Evolucionan para muy, muy bien.
¿Se puede tener más clase que ella? La respuesta es no. La británica nunca va a ser una superventas, pero ni falta que le hace. Lo que realmente importa es que su cuarto LP es igual de disfrutable tanto si se baila en casa como si se escucha tumbado en el sofá con una buena copa de vino en la mano. Si eres fan de Robyn o Róisín Murphy sabes de qué te estamos hablando.
La cantante y compositora de Pozoblanco debutó por la puerta grande. En los últimos meses han salido pocos álbumes tan sensibles y puramente sentidos como 'Sanación'. Escucharla hipnotiza por completo. Por piezas como 'Nana del Mediterráneo' o 'Me miras pero no me ves' le auguramos un futuro repleto de éxitos. Se lo merece.
Enfrentarse a Mike Hadreas siempre es un carrusel de emociones. Da igual que se apoye sobre cuerdas barrocas ('Whole Life'), guitarras eléctricas ambientalmente distorsionadas ('Describe') o luminosos sintetizadores ochenteros ('On the Floor'). Todo lo que toca lo convierte en oro. Y, por si fuera poco, sus letras desprenden una vulnerabilidad honestamente aplastante.
A diferencia de su anterior 'Rea', aquí primaron los sonidos acústicos y un ritmo costumbristamente sosegado. Los seguidores de los extintos Le Mans, así como de Sergio Leone (y de Ennio Morricone, ya de paso), quedaron encantados con esta colección de canciones. Refinado y lleno de pequeños matices, 'Hola' es una joyita muy a reivindicar.
Lucas de la Iglesia no ha defraudado con su puesta de largo. El también miembro de Axolotes Mexicanos, sobrado de ironía y una sinceridad aplastante, consiguió elevar a la categoría de tragedia nacional todos sus fantasmas personales. Aprueba con nota tanto cuando se deja abrazar por los baladones ('Triste de verdad') como por el noise-pop noventero ('Muchísimo').
Apenas un año después de estrenarse con 'Dogrel', en 2020 los irlandeses se consolidaron como una de las bandas rockeras más prometedoras de los últimos tiempos. Dadas las buenas críticas que cosecharon con su primer LP estaba por verse si podrían superarse a sí mismos. Y sí, cumplieron con creces: son mucho más que los herederos post-punk de PiL o Joy Division.
Joe Talbot y los suyos no engañan a nadie. Su tercera entrega siguió siendo una bomba de relojería de marcado carácter político, y eso es lo que nos gusta de ellos. A través de riffs infecciosos y una batería endemoniada, los de Bristol se han erigido como la mejor voz de la generación Brexit. Ya hay ganas de volverles a ver en su mejor hábitat: encima de los escenarios.
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