El abuelo vive en su rutina: se lava a la misma hora, desayuna a la misma hora, pasea a la misma hora. Un día, sus piernas deciden dejar de caminar, y poco a poco se va apagando. Cuando el abuelo se marcha para siempre, los que quedan construyen una casa muy cerca de él para que no se sienta solo.
Una obra de pequeño formato, delicada y emotiva, que ha sido galardonada con varios premios, como el FETEN 2009 que lo reconoció como Mejor Espectáculo Infantil.