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Nigiri de sardina ahumada con tomate y cebolleta o de anguila y frutos rojos o de pez mantequilla y trufa o de corvina, shiso verde y lima. La oferta es amplia y atractiva y se prepara al momento. Siempre con el oído pegado al producto de temporada y la mejor materia prima, los responsables del Grupo Arzábal (seguro que conocéis su taberna frente al parque del Retiro o la que esconden el Museo Reina Sofía) acaba de estrenar un puesto de sushi y algunos sakes para acompañar.
Se llama Kirikata Nigiri Bar (su sello Kirikata ha ido evolucionando desde que se estrenó en 2015) y viene a sumarse a esas barras centrales del mercado de San Miguel (como si fueran una taberna castiza más del centro de Madrid) que ya gestionaban Iván Morales y Álvaro Castellanos. Las piezas se sirven en combinaciones de tres, seis y nueve unidades y puedes disfrutarlas en este espacio histórico con un vaso de sake o pedir que pongan lo que quieras para llevar y comértelos lejos del bullicio, en el salón de casa.
Aquí, podréis encontrar las versiones más tradicionales pero también las más creativas, los bocados para los más curiosos de este formato crudo. En su carta vais a encontrar nigiris de toro y torrezno, de solomillo y cebolla caramelizado o de vieira y vinagreta de yuzu.