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Quien conozca el Parque del Capricho, en la Alameda de Osuna, lo sabe bien: ser trata de uno de los rincones más especiales de la capital. Un precioso jardín de 14 hectáreas construido por expreso deseo de la duquesa de Osuna (1752-1834) y que constituye una auténtica joya del romanticismo.
Entre sus puntos de mayor interés destaca el Palacio, situado en el lado noreste del parque y que cuenta con una superficie total de 1200 m². Un edificio que empezó a ser reformado en su momento, pero cuyas obras se detuvieron hace dos años por deficiencias y problemas derivados del proyecto. Ahora la nueva reforma ha visto la luz, tras aprobar la Junta de Gobierno el proyecto de rehabilitación final.
Según ha explicado la portavoz municipal, Inmaculada Sanz, el objeto del proyecto actual es el de finalizar la rehabilitación estructural y de la envolvente (cubiertas y fachadas) del Palacio del Capricho con un criterio de intervención que pretende devolver al edificio sus valores patrimoniales perdidos, permitiendo que exista una continuidad para la rehabilitación interior de las salas como museo.
Una vez concluya la obra, que contará con una inversión municipal de 2,3 millones de euros y un plazo de ejecución de 12 meses en su primera fase, el edificio será un museo dedicado a la duquesa de Osuna y al propio jardín.
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