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Todo lo bueno del tapeo patrio con las filigranas, colores y sabores de la gastronomía japonesa. El recién abierto Casa Sr Ito (Marqués de Riscal, 6) es una taberna japo-cañí, que ya en sí mismo es un estilo de cocina, pero que no se queda solo en fusionar platos e ingredientes nipones con madrileños o castellanos sino que va más allá y se interna en el recetario andaluz, y deja la puerta abierta a futuras combinaciones.
La carta es breve y se divide en entrantes, baos y katsu sandos, gyozas y postres. Así, para abrir boca se puede encontrar una gilda con vinagreta de anchoas, cebolleta encurtida en vinagre de Módena y algas; una ensaladilla con centolla desmigada, kimchi flambeado, piparras y pan de gamba; una croqueta de jamón con papada ibérica o un japo taco. También baos de calamares (con pan estilo donut al aroma de vainilla), hierbabuena y chipotle; gyozas crujientes de rabo de toro con salmorejo asiático, y también de cocido, de setas, de marisco... y los famosos sándwich japoneses o katsu sando.
Para beber ofrecen birras artesanas japonesas, sakes, vermuts, vinos, cócteles y destilados. El local, que tiene justo enfrente de otro restaurante hermano del grupo, Asiako (especializado en parrilla vasca fusionada con técnicas y sabores asiáticos) recibe a la tropa con su pertinente barra, y mesas altas y bajas, según las apetencias. Está lleno de detalles plasmados por el artista Carlos Villoslada en forma de piezas de vajillas decorativas y curiosas lámparas de cristal, y sobre todo, según sus responsables, lo que hay es muchas ganas de pasarlo bien.
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