Al frente está Alejandro Durán, que lleva una década en la casa ocupando distintos cargos hasta convertirse en chef ejecutivo del grupo Kabuki. Trabaja sobre un elegante telón de fondo que se despliega en distintos formatos a lo largo de sus 500 metros cuadrados. Hablamos de un espacio sofisticado y una materia prima de nivel. Tenemos los nigiris más icónicos de este sello, guiños al origen mexicano de su cocinero y secciones de robata, tempura y wok para combinar con el pescado crudo sea en nigiris, temakis o usuzukuri.