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Allá por el año 2002 abría en la calle Almirante un bonito café de fachada azulada que nos descubrió lo que muchos llamábamos hasta entonces el “se te va a juntar el desayuno con la comida” y lo convirtió en el ya famoso brunch. Fueron uno de los primeros locales en sumarle al típico café + tostada toda una gama de platos y combinaciones de sabores.
Hoy el Café Oliver apuesta por el formato ‘pop up’ y va mudando su ubicación allá donde lo necesiten (y quieran), desde un local de moda en María de Molina como Macadamia hasta el restaurante de un nuevo hotel de diseño como Hermosos y Malditos. Y ahora se traslada a uno de nuestros cafés favoritos de la ciudad para alegrarnos el domingo.
Desde ya mismo podéis reservar vuestro menú en el Café Comercial cada domingo de 11.30 a 15 h. Por 28 euros podréis poneros las botas: café, té, zumo de naranja natural, bollería francesa, pan con mantequilla y mermelada, un plato con huevos (fritos con bacon, revueltos con hierbas y queso o los clásicos Benedictine con salmón o jamón york) y un plato principal a elegir entre ensalada César con pollo, ensalada de fruta de temporada, cheeseburger Oliver o sus riquísimas NY Pancakes.