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Uno de los secretos de la Provenza española acaba de ser desvelado: la existencia de unos jardines clásicos, de corte afrancesado, románticos y bucólicos, con un punto de nostalgia y belleza decadente capaz de transportarnos a otra época. Concretamente hasta el siglo XIX, año de su creación en la parte de atrás de un lugar mágico y lleno de historia en el corazón de la Alcarria de Guadalajara.
Parterres perfilados de boj, calles rectas flanqueadas por cipreses, arcadas laterales, barandilla de hierro forjado, fuentes, árboles frutales y hasta una jaula para aves exóticas. Este lugar de belleza decinomónica, y que llegó a ser comparado con la fuerza del paisaje del Generalife, rodea los gruesos muros de sillería de la Real Fábrica de Paños de Brihuega, una joya de la arquitectura industrial que acaba de volver a la vida convertido en balneario cinco estrellas, el primero de la provincia de Guadalajara.
Y aunque el balneario acaba de abrir, sus jardines han sido de acceso público desde hace años por los vecinos de Brihuega, pueblo medieval clave en la historia de España y la puerta de entrada a los campos de lavanda más bonitos de la provincia. Un lugar idílico, y de acceso gratuito, en el barrio de Santa Lucía, la parte más alta del pueblo como si fuera una terraza asomada al valle del Tajuña.
El jardín fue construido en 1813 por uno de sus últimos propietarios, Justo Hernández Pareja, quien se encargó de recuperar la fábrica después de haber sido arrasada por las tropas francesas en la Guerra de la Independencia y mantenerla en funcionamiento hasta las vísperas de la Guerra Civil. Y si en su momento no parecían los jardines de una fábrica, hoy tampoco parecen los de un lugar cualquiera. Porque no lo es: se trata de la zona exterior del nuevo Castilla Termal Brihuega, más que un hotel, un lugar de descanso y recogimiento que ha devuelto a la vida ese complejo fabril (declarado Bien de Interés Cultural) que fue clave en el desarrollo comercial de Castilla en el siglo XVIII y que gracias a esta cadena hotelera española vuelven a la vida con todo el esplendor de su época.