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Es un convento de clausura, sí, y en el que viven las monjas de la orden de las Clarisas, pero también es un espacio museográfico que cuenta con más de 10.000 obras de arte. Es el Real Monasterio de las Descalzas Reales, situado en pleno centro de la ciudad y cuya extensión abarca hasta tres calles. La pandemia y Filomena han mantenido cerradas las puertas de acceso de este antiguo palacio, pero vuelve a reabrir sus puertas el 2 de diciembre tras la renovación de la exposición de arte en ocho salas y la restauración de algunas de las obras. El nuevo recorrido museográfico permite conocer mejor todas obras que atesora, entre las que se pueden encontrar desde pinturas murales, obras de arte o belenes a tapices y relicarios, gracias a un nuevo orden en la muestra que ha permitido reubicar algunas de las creaciones en lugares más visibles.
Entre las obras que se podrán volver a contemplar a partir de la reapertura del Real Monasterio de las Descalzas Reales, se encuentran trabajos de Tiziano, Breughel o Rubens, así como ejemplos del arte barroco religioso español de la mano de Gaspar Becerra, Zurbarán, Claudio Coello, e incluso una pequeña pintura atribuida a Goya.
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