[title]
Un año más, hemos vuelto a Casa Decor, la gran cita con el diseño, el interiorismo y la decoración de la capital. Un evento que, además, se convierte en la excusa perfecta para colarnos hasta la cocina (nunca mejor dicho) de un lugar secreto y misterioro de la capital, un edificio (a veces abandonado) que se viste de gala para la ocasión. Y esta vez el elegido ha sido un palacete a los pies del intercambiador de Avenida de América que, si no fuera por esta intervención, casi nadie sabría que existe.
Se trata del Palacio de la Trinidad, una casa palacio de estilo andaluz, con tres plantas, salones señoriales, artesonados en el techo, arcos mudéjares, escaleras decimonónicas, balaustradas y terrazas de interior, miradores, gabinetes, jardines y un patio inmenso y maravilloso, repleto de vegetación, fuentes y azulejos tras los muros que lo separan de la bulliciosa calle Francisco Silvela. Casa Decor ha convertido este lienzo en blanco en 46 espacios intervenidos, y después de varias visitas (esta edición permanecerá abierta hasta el 26 de mayo), podemos confirmar cuáles son los más bonitos (para nosotros, y para muchos expertos en diseño, interiorismo y decoración). Son estos:
La terraza urbana y mediterránea
Es el primer espacio que te encuentras nada más llegar a Casa Decor y posiblemente el único por el que sí o sí vas a pasar en esta edición. Una terraza urbana inspirada en el espíritu mediterráneo, pero con aires escandinavos y precio económico, que para eso es el espacio de Jysk (el Ikea danés). Tonos neutros, texturas cálidas, muebles relajados y revestimientos inspirados en la isla de Maui que aportan una dimejnsión adicional de encanto y elegancia. Los firma ARTE (empresa belga especializada en revestimientos murales de alta gama que este año está presente en nueve espacios de Casa Decor) y son pura estimulación para los sentidos. ¿Quién no querría vivir en un lugar así? Es Villa Calma, el Espacio Jysk.
Una casa con piscina
Un pabellón modular que gira en torno a una piscina, que bien podría ser un ático o un piso a pie de calle. Se trata de una creación inspirada en el pabellón de Alemania concebida por el arquitecto Ludwig Mies van der Rohe en 1929 (curiosamente la misma fecha en la que se construyó el palacete de la Trinidad). Pura geometría y luz que penetra del exterior al interior. "Un diálogo que genere una atractiva tensión arquitectónica entre la maravillosa arquitectura del palacio que alberta esta edición y el novedoso sistema de hormigón autoportantes ideados por Modular Home". Pues eso.
El baño de las hortensias
Se llama 'El Santuario'. Y no es para menos: este baño ocupa el lugar en el que se encontraba la antigua capilla del palacete, y ha sido concebido como un lugar totalmente espiritual y sagrado: una bañera a la vista, rodeada de hortensias, enredaderas, eucaliptos y rayos de luz que penetran desde el exterior hasta incidir directamente en el espacio central del baño, presidido por una ducha de chorros circular que va del techo al suelo. Espiritualidad y contemplación en todos los sentidos. Es el Espacio Roca y lo firma Andreu Carulla Studio.
La cocina verde, romántica y decimonónica
Como un invernadero exótico que conecta el interior con el exterior. Así es la cocina ideal de Virginia Gasch, inspirada en las antiguas 'orangeries'. Se llama Bella Natura, y como no podía ser de otra manera, se presenta en tonos verdes tanto en la encimera de piedra como en los armarios de la cocina y en las plantas que cubren el techo de espejos que simula la cúpula del invernadero. Solo el suelo, a rayas blancas y coral, como la mesa de centro, rompen con el verde en esta cocina romántica que nos lleva al esplendor del siglo XIX. Es el Espacio VG Living.
El salón con chimenea de papel y muebles lacados en azul
Estamos en el Gabinete Visconti, un lugar diseñado por el creativo Jean Porsche. ¿Cómo sería la casa del director italiano Visconti hoy? Esa es la inspiración que hay detrás de este lugar que nos lleva a la Dolce Vita y al neorrealismo en clave siglo XXI. Bajo un techo original del palacete, totalmente recuperado, domina la chimenea de piedra revestida por un increíble papel de madera, un desarrollo firmado de nuevo por ARTE que "aporta luminosidad especial al espacio, creando una atmosfera cálida y acogedora que invita a sumergirse en el mundo del diseño y la creatividad". A los lados, un frontal de madera lacado en azul brillante y frente a ella, como un espejo, un mirador acristalado por el que entra la luz a esta sala repleta de obras de arte y de diseño italianos (desde sillas y mesas de Natuzzi a jarrones de Santo Pecatore y vajillas de Aquazzura). Es el Espacio ITA-Italian Trade Agency.
Y el jardín, un lugar para pasear y quedarse a vivir
Solo un artista del paisajismo como Fran Cisneros podría firmar un lugar tan ideal como este jardín que se presenta bajo el sugerente nombre de 'Paseando por el lecho del viejo río'. Casi nada. Un lugar abierto, rico en biodiversidad y fragmentado en el que hay agua (Fran nos lleva a la dársena de su Guadalquivir, en su Sevilla natal), y un muro de espejo que da profundidad a la cascada. Verde, con una pradera en movimiento que serpentean a lo largo del camino. Y Rojo, por ser el color del sur y que en este espacio sirve para devolver a la vida a unos troncos secos.
