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Madrid eleva la apuesta. El Gobierno regional ha propuesto al Ministerio de Sanidad fijar en 10 el número máximo de personas en las reuniones familiares de Navidad y retrasar el toque de queda a la 1.30. Eso sí: en las reuniones sociales en general se mantiene el número máximo de seis personas, "siempre manteniendo las medidas de prevención".
La propuesta amplía lo que contempla el borrador del Gobierno central, cuyo contenido fue conocido ayer, y que cifraba esas reuniones en un máximo de seis personas y el toque de queda a la una. Del mismo modo, el Ejecutivo madrileño apela a la "colaboración con corporaciones locales para evitar aglomeraciones" en la vía pública.
En lo que respecta a las residencias, la Comunidad de Madrid prevé permitir la salida de los mayores para pasar vacaciones con sus familias en Navidad. "Aquellos residentes con IgG positiva en los últimos seis meses o PCR positiva en los últimos tres meses podrán salir tanto a la salida del centro como a la entrada", establece la propuesta. En cambio, los que presentan IgG negativa y no hayan pasado la enfermedad, a la vuelta al centro socio-sanitario deberán permanecer en aislamiento y se les realizará una prueba diagnóstica.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha señalado que las restricciones aún no son "definitivas", ya que todavía se está trabajando con las comunidades autónomas en el documento final de medidas.
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