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Joaquín Felipe exhibe su mano certera y su pulida técnica a diario en My Way, donde el menú cambia por completo cada dos semanas. Un degustación asequible, para todos los públicos y, por mantener una sintonía con su ubicación, de altos vuelos. El restaurante, situado en la décima planta de un edificio en plena Gran Vía (número 42 para que vayáis atentos), abrió hace algo más de medio año como el proyecto más personal de Juan Carlos Sabido (responsable del exitoso Mercado de San Ildefonso). Pero, instalados como estamos en las bajas temperaturas, desde hace unos días a esta propuesta de autor se suma un reconfortante y suculento cocido. Lo sirven cada mediodía de lunes a viernes (de 13.00 a 16h.). En dos vuelcos. Primero una sopa con fideos de sabor profundo y luego los garbanzos, el repollo rehogado y los distintos tipos de carne que acompañan la receta tradicional.
No os vais a comer un cocido madrileño tan cerca del cielo y con mejores panorámicas del centro de la ciudad. "Utilizamos garbanzos de Castilla, la mejor carne de morcillo, gallina no muy vieja porque de lo contrario sabe a corral, tocino, jamón, chorizo, morcilla, un pie de cerdo salado y una "pelota", más las verduras (repollo, patata y zanahoria), que se cuecen aparte junto al chorizo y la morcilla", ha esquematizado el chef. Su idea ha sido reducir la receta más ortodoxa a su esencia a partir de la mejor materia prima. Cuando la Gran Vía se vuelve insufrible, aquí tenéis la mesa perfecta para reponer fuerzas, un secreto a voces, todo un refugio para este invierno en el corazón de Madrid Central.