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Tres fantasmas susurran entre los ventanales del Palacio de Cristal. Así es el grupo escultórico 'Invisibles' que Jaume Plensa va a levantar en el parque del Retiro, un conjunto hecho de mallas de acero que dibuja los rostros incompletos de tres espectros suspendidos en el espacio. Con un dedo ingrávido en los labios, unos a otros se piden silencio. Gran explorador de la forma humana y sus volúmenes, el artista catalán modula un diálogo misterioso, como una sinfonía muda, entre el gesto de estos espíritus, la luz que inunda el espacio y el viento en los árboles.
Si habéis tenido ocasión de visitar la Crown fountain del Millennium Park de Chicago o, más accesible, la Carmela que instaló delante del Palau de la Música de Barcelona, os sonará esa línea de trabajo en la obra de Plensa, en la que examina el cuerpo desde una tensión entre lo efímero y lo eterno. Como si el tiempo se hubiera detenido durante su desaparición, estas figuras parecen estar borrándose desde el interior, efecto de ese juego entre la estructura de metal y la sensación de transparencia que produce. Tiene algo siniestro, sepulcral.
Se podrá ver a partir del 16 de noviembre. Eso sí, intentad evitar las horas puntas, que las hordas de gente colapsando el paso pueden anular la calma inquietante de la propuesta.