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Aún no se conoce su fecha de inauguración ni el nombre del chef detrás de las propuesta culinaria pero sí tenemos algunas pistas de la metamorfosis que ha convertido el Palacio de Saldaña, buen ejemplo de la arquitectura afrancesada de comienzos del siglo XX, en gran un espacio gastronómico de cuatro plantas interconectadas donde hay rincones para todos los momentos. También tiene nombre... ABYA. Y viene de la denominación más antigua que se conoce para referirse al territorio americano, que significa tierra viva o tierra en plena madurez.
1000 metros cuadrados en el corazón del barrio de Salamanca (Ortega y Gasset, 32), un jardín privado, un cuidado interiorismo y más de 100 obras de arte repartidas son el escenario para un proyecto que pone el foco en la versatilidad y heterogeneidad de la cocina latinoamericana pero sin excluir guiños internacionales en su carta más gastronómica a la vez que ofrece un espacio abierto a cualquier hora del día con cocina non stop y dos barras para entregarse al cóctel.
El segundo piso da acceso no solo a la zona más reservada, a la salas con románticas ventanas ojos de buey, sino también a una amplia terraza. Con estos mimbres el restaurante quiere convertirse en el próximo 'place to be' de la capital, en sitio perfecto tanto para los encuentros secretos y como para los festivos.
