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El viernes 17 de julio el firmamento comenzará a llenarse de estrellas fugaces cruzando a toda velocidad (200.000 km/hora). Es el fenómeno de las Perseidas o 'lágrimas de San Lorenzo', que nos acompañarán en las noches de verano hasta el próximo 24 de agosto. Aunque es cierto que no será hasta las noches del 11 y 12 de agosto cuando se las vea en su mayor esplendor.
Durante esas noches cruzarán sobre nuestras cabezas unos 100 meteoros por hora, por lo que será imposible no cazarlos a simple vista desde casi cualquier lugar (ya sabéis, cuanto más despejado esté el cielo de cualquier tipo de contaminación, incluida la lumínica, mejor). Para verlas, tenéis que buscar la constelación de Perseo, porque el punto radiante desde el que parten las Perseidas está ahí (de ahí su nombre). Un truco: mirad hacia el sureste o noroeste para no perderos el espectáculo de ráfagas brillantes.
Si la espera se os hace muy larga, anotad esta otra lluvia de estrellas: las Delta acuáridas (llamadas así porque parten de la constelación de Acuario). Se trata de un fenómeno que tiene lugar justo ahora y su momento más álgido se espera para finales de mes, entre el 25 y el 30 de julio. No es tan masivo como las Perseidas ('solo' suceden unos 25 meteoros por hora), pero igualmente fascinante. Buscar un cielo oscuro y despejado, y abrir bien los ojos parece el mejor consejo para no dejarlas escapar.