Barcelona Winter Walk: 10 planes urbanos y culturales para vivir en una ciudad cálida

En la ciudad catalana, el frío en invierno no es muy intenso y el sol sonríe casi cada día. Barcelona Winter Walk os propone recorrer sus calles, todo un museo abierto, adentraros en su exposiciones y espectáculos y saborear sus tradiciones gastronómicas
Barcelona Winter Walk
Barcelona Turisme
Time Out en colaboración con Barcelona Turisme
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La chimenea de la cultura es el mejor remedio cuando bajan las temperaturas, especialmente en una ciudad tan amable como Barcelona, donde ir a cualquier sitio es un placer en sí mismo, porque es muy fácil desplazarse a pie o en transporte público (o combinando ambas modalidades), y el camino se convierte en algo tan importante (y apetecible) como el destino. El sol, que reina casi siempre en un cielo mediterráneo, comparte su calor con todos aquellos que recorren sus calles y permite disfrutar de un invierno eternamente primaveral, con temperaturas de hasta 16 °C, de las más altas de Europa. En Barcelona, cuando llega el frío y se acaban las olas de calor, ¡lo último que le apetece a nadie es quedarse en casa! Nunca faltan buenos planes para lanzarse a recorrer sus calles y gozar de buenas propuestas. Y es que,  definitivamente, se trata de una de las mejores ciudades del mundo donde poder disfrutar de la cultura y del ocio como refugio del cálido invierno.

Por eso, si os apetece hacer una escapada y descubrir esa calidez invernal, os proponemos diez planes imprescindibles, desde una ruta al aire libre por las joyas arquitectónicas del Modernismo hasta distintas exposiciones de arte o fotografía, espectáculos, como una ópera en un edificio tan emblemático como el Liceu, e incluso degustar platos y recetas que son iconos nacionales. ¿A quién no le apetece devorar el invierno de cita en cita? ¡Seguid leyendo!

1. Una exposición sobre Miró en relación con los EEUU

Si os gusta la historia del arte y, en especial, las vanguardias de principios del siglo XX, no os podéis perder esta cita que os conectará con todo el tablero artístico del siglo pasado. Hasta el 22 de febrero de 2026, la Fundació Joan Miró presenta una de las facetas más internacionales del artista: la exposición Miró y los Estados Unidos, donde se reúnen obras de más de 40 artistas internacionales que dialogan con la mirada del pintor y escultor barcelonés. Una muestra muy peculiar e irrepetible hecha a medida para el 50 aniversario de la fundación.

La exposición establece un diálogo intergeneracional entre Joan Miró y los artistas estadounidenses, mostrando cómo sus prácticas creativas se enriquecieron mutuamente y contribuyeron al desarrollo del arte del siglo XX. Además, descubriréis cómo fueron sus aventuras en el continente americano, al que viajó en siete ocasiones. 

Y si os apetece completar la visita con un paseo entre zonas verdes, la ubicación de la fundación, en pleno parque de Montjuïc, se convierte en un punto clave para recorrer jardines históricos y contemplar vistas espectaculares de la ciudad y el mar. ¿Preparados para viajar inspirados por Miró?

2. 'L'elisir d'amore': una ópera de amor en uno de los edificios más impresionantes de Europa

Visitar el Gran Teatre del Liceu es siempre una sorpresa y todo un placer para la vista, con su gran escalinata de mármol tapizada con una alfombra roja, el histórico Salón de los Espejos donde se reúne el público antes o en el entreacto de la función, la  espectacular sala en forma de herradura, con elegantes palcos que abrazan la platea, lámparas doradas de estilo modernista, donde destacan dragones forjados, pinturas del artista Perejaume en el techo y un telón de boca de terciopelo rojo diseñado por Antonio Miró. Es, sin duda, uno de los teatros más bonitos y emblemáticos de Europa.

Desde que abrió sus puertas en 1847, el Liceu ha ofrecido ópera casi sin descanso, superando incendios y reformas y manteniendo el estilo original, que mezcla el esplendor burgués del siglo XIX con una propuesta más moderna y actualizada.

Y si queréis disfrutar de este gran teatro en todo su esplendor, no os perdáis la puesta en escena de L’elisir d’amore (del 22 de noviembre al 15 de diciembre), una ópera divertida y romántica de Gaetano Donizetti, versionada con un toque actual por el director Mario Gas. La historia es un enredo amoroso que no defrauda: Nemorino, un campesino ingenuo y enamorado, intenta conquistar a Adina, una joven rica y algo coqueta que juega con sus sentimientos mientras coquetea con el sargento Belcore. Y, para complicar aún más el enredo, aparece un vendedor ambulante con un supuesto elixir de amor que dará pie a situaciones hilarantes.

Una propuesta perfecta para vivir una velada simpática, una salida con gusto o una cita romántica, rodeados del brillo y el encanto de un teatro con casi dos siglos de historia y situado en el corazón de la ciudad. Y, antes o después, no perdáis la oportunidad de pasear por la emblemática Rambla, donde se ubica el Gran Teatre del Liceu, una de las arterias más populares de la ciudad, que aunque está en proceso de remodelar su silueta sigue siendo uno de los paseos históricos que hay que recorrer. 

3. Una exposición de fotografía a través de montañas y otros milagros capturados por dos miradas distintas

Barcelona es una ciudad de conexiones, y también lo hace a través del arte y la fotografía. La exposición El monte análogo en el Palau de la Virreina junta las miradas de Michelangelo Antonioni y Luigi Ghirri, dos autores consagrados de los años 70, nacidos ambos en la región italiana de la Emilia Romagna y que comparten una manera de abrazar la naturaleza desde la imaginación y la abstracción. 

Aunque nunca se conocieron, hay algo que une a estos dos artistas, y esta exposición muestra cómo lo hacen en silencio. Antonioni, cineasta de lo invisible, y Ghirri, fotógrafo de lo desapercibido. Ambos descubrieron belleza en los detalles fugaces de lo cotidiano, y sus imágenes no son espectáculos, sino invitaciones a detenerse.

Como dijo Georges Perec, es en lo que ocurre cuando "nada parece ocurrir" donde hallamos las verdades más profundas. Si queréis adentraros en este universo de imágenes estáticas, os podéis pasar por el Palau de la Virreina, Centre de la Imatge, del 29 de octubre de 2025 al 15 de febrero de 2026. La entrada es gratuita y, además, os permitirá descubrir el interior de este palacio urbano de estilo barroco ubicado en La Rambla.

4. Disfrutar del Palau de la Música con un concierto de música clásica

El Palau de la Música Catalana es otra de las grandes joyas arquitectónicas y culturales de Barcelona. Obra del arquitecto Lluís Domènech i Montaner, es uno de los máximos exponentes del modernismo catalán y fue declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. Ya en su época fue descrito como “una creación tan atrevida, simbólica y rica en decoración que nada en Barcelona podría superarla”. No sabemos si hay algo que lo supere… ¡pero está clarísimo que es un must de la ciudad!

En invierno, la programación navideña es la excusa perfecta para adentrarse en esta maravilla, con un escenario que le va como anillo al dedo. El 19 de diciembre se celebra una única función del Oratorio de Navidad de Bach: una oportunidad mágica para disfrutar de la música clásica en uno de los auditorios más bonitos del mundo. Además, hay conciertos especiales de Año Nuevo que son una deliciosa manera de dar la bienvenida al año que comienza. 

Aunque en Barcelona la música clásica en invierno se vive intensamente también más allá del Palau y el Gran Teatre del Liceu. El triángulo perfecto lo completa L'Auditori, al que se puede acceder dando un plácido paseo desde el centro, que pasa junto a parques como el de la Ciutadella o el de la Estació del Nord. Estos tres templos de la música forman parte de la iniciativa Barcelona Obertura, que proyecta la ciudad al mundo con una programación de altísimo nivel.

5. Descubrir el museo monográfico deTàpies y a otros artistas revolucionarios

En este lugar, el arte y el pensamiento van de la mano. El Museu Tàpies no solo expone obras de gran fuerza visual, sino que invita a entrar en la mente de un artista que convirtió la materia en lenguaje y las texturas en reflexión.

En los años 40, en plena España gris, Antoni Tàpies formó parte del grupo Dau al Set, junto a Joan Brossa, con el que buscaba sacudir la cultura a través de la poesía visual y la libertad creativa. Años después, se convirtió en el gran maestro del informalismo, una corriente donde desaparece la figura y la materia habla: tierra, madera, cuerda, grietas… Todo tiene un significado.

El museo está ubicado en la antigua editorial Montaner i Simón, un edificio modernista diseñado por Domènech i Montaner, que dialoga con la obra radical de Tàpies desde sus propios muros, puesto que está coronado por una gigantesca escultura de hierro que representa una nube y una silla.  

Y es que Barcelona rinde homenaje a los artistas que han marcado su identidad, no solo con calles o estatuas, sino con museos que realzan la personalidad propia de cada uno de ellos. Por eso es única: una ciudad que dedica espacios a tres de los grandes del arte moderno —Picasso, Miró y Tàpies— para que su legado siga hablando con fuerza.

6. Adentrarse en el escaparate vivo del diseño y la moda de la ciudad: DHub

Diseño, arte e innovación se dan la mano en el DHub, el Museo del Diseño. Situado en un edificio impactante en la plaza de les Glòries, conecta pasado y futuro a través de colecciones icónicas y exploraciones creativas contemporáneas.

En sus fondos, conserva y expone moda, diseño gráfico, industrial y artes decorativas, e invita a descubrir la ciudad desde una mirada creativa. Además de sus exposiciones, impulsa el talento con charlas, festivales y premios. Es el escaparate vivo del diseño y la innovación en Barcelona.

Actualmente, cuenta con diversas exposiciones permanentes, como Matter Matters. Diseñar con el mundo, que plantea los grandes retos a los que se enfrenta el diseño actual y futuro, especialmente en relación con el entorno y la sostenibilidad.

También se puede recorrer el vibrante periodo conocido como el "boom del diseño", a través de ¿Diseñas o trabajas? La nueva comunicación visual (1980–2003), que muestra cómo el diseño gráfico transformó la comunicación en aquellos años de extraordinaria vitalidad.

La moda y el cuerpo también tienen su espacio en El cuerpo vestido. Siluetas y moda (1550–2015), una exposición que analiza cómo las prendas han comprimido, liberado y moldeado el cuerpo a lo largo de los siglos. 

Y una vez recorrido su interior, vale la pena rodear su exterior, y contemplar el edificio proyectado por David Mackay en forma de grapadora, y explorar el entorno en el que se ubica, que sorprende por combinar edificios de arquitectura contemporánea, como la Torre Glòries, diseñada por Jean Nouvel, con otros de herencia industrial que reflejan el pasado del barrio. 

7. Escudella: un delicioso y completo caldo tradicional que os sorprenderá

¿Qué es lo que más apetece comer cuando estamos en época de hivernar? Sin duda... ¡un caldito bien caliente! En Catalunya tenemos una receta de sopa tradicional que enamora a cualquiera: la escudella i carn d’olla, el caldo documentado más antiguo de Europa. Y no hay mejor acompañante para vuestro viaje invernal que una receta arraigada en la tierra y a sus gentes. Se prepara con diferentes tipos de verduras y carnes, como pollo, ternera, butifarra negra y blanca, etc, que, una vez cocidos, se sirven en una bandeja a parte. Y, con el caldo, se prepara una deliciosa sopa a la que se añaden normalmente fideos o los tradicionales galets, una pasta con forma de caracola.

Antiguamente era una comida diaria, pero hoy en día es el plato estrella de la Navidad catalana. Lo encontraréis en restaurantes tradicionales que siguen iluminando los mediodías y las noches de invierno con la misma receta de antaño, o en versiones reinventadas por la alta cocina local. Buscadla mientras os paseáis por sus bonitas calles, está sonríendoos des del menú de casi cualquier restaurante de comida tradicional de la ciudad.

8. El turrón artesanal: el regalo ideal en tus compras por la ciudad

Hace 800 años, el rey Jaume I pidió a sus cocineros un dulce especial para celebrar la boda de su hija. El resultado fue el torró, un manjar de almendras, miel y huevo.

Hoy en día, el turrón es el dulce navideño por excelencia en Cataluña. Podéis probarlo en su versión más tradicional o en creaciones vanguardistas de pasteleros innovadores. Lo encontraréis en confiterías como Foix de Sarrià, La Colmena, Mauri o en tiendas especializadas como Vicens y La Campana. Mantened la vista bien alta y el olfato a punto para detectar donde están estas tiendas: seguro que encontráis alguna en vuestro camino donde degustar esta delicia gastronómica.

9. Vivir una tradición navideña sin igual: La Cavalgata

El 5 de enero, Barcelona se llena de magia, ilusión y tradición con la llegada de los Reyes Magos de Oriente. La ciudad entera se transforma para celebrar una de las noches más esperadas del año, en la que estos personajes mágicos colman de regalos los hogares. Y la gran fiesta en su honor es la Cabalgata, un desfile lleno de color, fantasía, acrobacias y emoción que recorre las principales calles y avenidas.

Todo empieza en el Port de Barcelona, donde Melchor, Gaspar y Baltasar, las tres majestades mágicas, llegan en barco a la ciudad y desembarcan ante una multitud de niños y familias que les reciben con los ojos brillando de ilusión. A partir de ahí, el séquito se pone en marcha: carrozas temáticas espectaculares, comparsas, criaturas fantásticas, bailarines, acróbatas, tambores, luces, música… y, por supuesto, una lluvia de caramelos que convierte el recorrido por el centro de la ciudad en una auténtica fiesta para pequeños y mayores.

Una tradición viva y profundamente arraigada que marca el final de las fiestas navideñas en Cataluña y os llenará de luz y emoción.

10. ¡Correr entre los monumentos modernistas de la ciudad!

¿Os imagináis correr al ritmo de la silueta ondulante de la Casa Batlló y pasando por la Casa de les Punxes o el imponente recinto modernista de Sant Pau? Pues es posible con el Circuito Modernista, una ruta de running que atraviesa lo mejor del modernismo barcelonés. Cada paso os conecta con la historia, el arte y el diseño, haciendo de cada kilómetro una inmersión cultural en movimiento. 

Si preferís correr que pasear, ya sabéis, ¡esta es vuestra carrera! Aunque también podéis optar por hacerla en versión paseo, a diferentes ritmos. ¿A qué esperáis para disfrutar de todas estas maravillas de la ciudad? Está claro que en Barcelona no os aburriréis ni un segundo y que el invierno no será ningún impedimento. ¡Disfrutad de su clima templado!

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