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Christer Strömholm. La Méthode, París, 1960. © Christer Strömholm Estate
Christer Strömholm. La Méthode, París, 1960. © Christer Strömholm Estate

Christer Strömholm, el fotógrafo de mirada compasiva, en Fundación MAPFRE

La retrospectiva muestra la producción de un artista de reconocimiento tardío, con imágenes tan icónicas como las de sus amigas las travestis parisinas, sus múltiples viajes y sus retratos de artistas

Time Out en colaboración con Fundación MAPFRE
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"No podemos fotografíar la experiencia ajena". El sueco Christer Strömholm (1918-2002) tenía una visión tan peculiar de la fotografía, como de la vida misma. Su mirada compasiva, acompañada de un toque de humor, es el hilo conductor que hace que toda su obra sea absolutamente singular y muy reconocible. 

Con 16 años, el fotógrafo tuvo que enfrentarse al suicidio de su padre, un hecho traumático que marcó para siempre su existencia y, como consecuencia, su trayectoria artística. Su participación en conflictos bélicos como la Guerra Civil española y la Segunda Guerra Mundial llenarán de humanismo y compromiso social a las imágenes de Strömholm, que también presentan un carácter documental.

Considerado como uno de los artistas más importantes de la fotografía europea de posguerra, podéis descubrir su obra en la muestra retrospectiva Christer Strömholm, hasta el 5 de mayo en Fundación MAPFRE (Paseo de Recoletos, 23. Madrid).

Con más de 150 imágenes y documentación de archivo, la muestra es un recorrido que profundiza en la vida y el trabajo del fotógrafo sueco, a quien el reconocimiento le llegó de forma tardía, con el Premio Hasselblad en 1997.

Os damos las claves para que aprovechéis al máximo la exposición de Fundación MAPFRE y conozcáis a Strömholm: desde su participación en el grupo alemán Fotoform a principios de los 50, hasta sus múltiples viajes por el mundo, su fotografía urbana y sus retratos de artistas. Hasta el 5 mayo, en la Sala Recoletos.

Una mirada compasiva

Christer Strömholm. Leo Zimmerman, París, 1949. © Christer Strömholm Estate
Christer Strömholm. Leo Zimmerman, París, 1949. © Christer Strömholm Estate

La obra de Christer Strömholm, que podéis ver en Fundación MAPFRE hasta el 5 de mayo, está profundamente marcada por su biografía. De familia burguesa, nació en Estocolmo en 1918 y con 16 años comenzó a viajar por el mundo. Cultivó su creatividad con una formación artística en Dresde y pasando por varias escuelas de pintura en París y Estocolmo.

Cuando el fotógrafo regresó a París, se dio cuenta de que la imagen fotográfica le permitía expresarse como anhelaba: "Yo no hago fotografías, hago imágenes. Eso es lo que he hecho toda mi vida". 

Hacia 1950, Strömholm conoció al fundador del colectivo Fotoform, Otto Steinert, y se unió al grupo, participando en muestras colectivas en Europa y Estados Unidos. Además, fue uno de los primeros participantes en el debate acerca de la enseñanza de esta disciplina en Suecia y durante una década dirigió la escuela de fotografía de Estocolmo, Fotoskolan.

A sus 68 años, se presentó la exposición '9 sekunder av mitt liv' (Nueve segundos de mi vida), en el Moderna Museet de Estocolmo. La muestra supuso la consagración definitiva de Strömholm para el público sueco, un reconocimiento tardío que no llegó hasta que el enfoque documental subjetivo y de corte existencial que él defendía fue apreciado. En 1993 fue nombrado catedrático de Fotografía y en 1997 recibió el Premio Hasselblad.

Subjetividad y experimentación

Christer Strömholm. Tánger, 1952. © Christer Strömholm Estate
Christer Strömholm. Tánger, 1952. © Christer Strömholm Estate

Christer Strömholm se unió a Fotoform en 1950, cuyos miembros crearon la fotografía subjetiva, un método que se centraba en la experimentación. 

Con ellos, el sueco aprendió a desarrollar su propia expresividad y, unos años después, abandonó Fotoform. Strömholm necesitaba expresar su propio mundo interno, rico, intuitivo, profundamente emocional y libre de cualquier prejuicio y estereotipo.

A través de la fotografía, el artista vuelca su propia vida en sus imágenes, capaces de contar una historia hasta en los objetos más humildes, como comprobaréis en el recorrido de Fundación MAPFRE.

Alma errante

Christer Strömholm. Barrio Chino, 1959. © Christer Strömholm Estate
Christer Strömholm. Barrio Chino, 1959. © Christer Strömholm Estate

En 1938 y a la edad de 20 años, Strömholm llega a España en plena Guerra Civil. La contienda despierta su conciencia política por el bando republicano, en una relación con nuestro país que se mantuvo en el tiempo. A finales de los años 50, regresó como guía turístico de viajes, recorriendo el país y fotografiando con su peculiar mirada ambientes urbanos, prostitutas, guardias civiles, marines norteamericanos, curas y niños. 

Regresó en los años 60 junto al poeta y escritor Lasse Söderberg y en 2013 publicaron el libro  'Resa i svartvitt' ('Viaje en blanco y negro'), en el que relataron cómo experimentaron la realidad social española bajo el régimen franquista. Imágenes que muestran la pobreza de lugares detenidos en el tiempo, donde la mirada de Strömholm es capaz de mostrarnos la integridad en un entorno muy humilde. 

Los viajes siempre marcaron la vida de Strömholm, un alma errante que se movió por medio mundo, donde realizó una serie de fotografías que quedaron recogidas en el libro 'Poste restante' ('Lista de correos'), editado en 1967. Estas imágenes fueron una forma de catarsis para superar hechos traumáticos de la vida del artista, con fotografías que giran especialmente en torno a la muerte y nos invitan a reflexionar sobre la condición humana. 

París, fuente de inspiración

Christer Strömholm. Sabrina, París, 1967. © Christer Strömholm Estate
Christer Strömholm. Sabrina, París, 1967. © Christer Strömholm Estate

En 1937 Christer Strömholm visitó por primera vez París, donde pudo asistir a la Exposición Universal, que albergaba el pabellón republicano español, en el que se exhibía el 'Guernica' de Pablo Picasso. La estancia reafirmó su vocación artística y la ciudad se convirtió en uno de sus destinos preferidos.

Regresó en 1947 y se codeó con artistas como Brassaï, con quien compartía el interés por retratar la ciudad con una mirada poética. Dos años más tarde, comenzó una serie de retratos de artistas para periódicos brasileños y suecos, demostrando su talento para desnudar la personalidad de personajes como Le Corbusier, André Breton, Antoni Tàpies o Antonio Saura, entre muchos otros.

Aunque si hubo un grupo que marcó la obra de Strömholm en París, ese fue sin duda el de las transexuales de la Place Banche. A finales de los años 50, el fotógrafo se instaló en uno de los hoteles donde se alojaban varias de ellas y no dudó en retratarlas, representar su vida nocturna y mostrarlas en su libertad más absoluta tras las luces de neón.

En 'Las amigas de la place Blanche', el libro que publicaría en 1983, Strömholm las presentaba reivindicando el derecho a ser ellas mismas, con retratos que hablan de la libertad y del poder de determinar la propia identidad. 

La búsqueda de su propia vida tras la lente

Christer Strömholm. El pequeño Christer, Pigalle, París, 1955. © Christer Strömholm Estate
Christer Strömholm. El pequeño Christer, Pigalle, París, 1955. © Christer Strömholm Estate

Strömholm siempre buscó comprender su propia vida a través de sus imágenes. En 1958, compró una casa destartalada en un remoto pueblo de la Provenza francesa, Fox-Amphoux, para dar rienda suelta a su creatividad. Aquí coleccionó todo tipo de objetos rotos, desechados, un reflejo de sus propios recuerdos, símbolos de su infancia.

Además, su vida errante intensificó la ausencia en la infancia de sus propios hijos, con quienes años más tarde logró tener una relación más cercana. A medida que pasaba el tiempo, Strömholm se dio cuenta de cuánto se identificaba con los niños y comenzó a retratarlos de manera que fueran representaciones de sí mismo a distintas edades.

Una mirada compasiva en un alma errante que podéis descubrir en la exposición Christer Strömholm, hasta el 5 de mayo en Fundación MAPFRE.

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