Oh! Dèlice Bistrot
Time Out dice
¡Ojo! Nos esforzamos para informar con precisión. Pero estos son tiempos inusuales, así que, por favor, confirma que este local aún está abierto.
La 'culpa' la tiene su concuñado. Manuel, esmerado y amistoso conductor del proyecto, y él abrieron una franquicia –que ya no existe– para ofrecer vinos franceses de familias que miman el terroir. Luego llegó la barra con degustación, protagonizada por el foie y las ostras de Amélie ("puedo abrir más de 2.000 al mes"), y este agosto, un lustro después, la ampliación de la cocina y el añadido de una pequeña pero acogedora sala. Siendo media docena de ostras y un champán (o una botella de Crémant de Limoux), el mejor aperitivo estos días, su carta de ascendencia gala y mediterránea, que están adecuando a la temporada y reduciendo para alumbrar su verdadera esencia, invita a sentarse con calma: una popular fondue, un sorprendente gofre de bravas, unos espléndidos arroces y ese chuletón a la brasa recién cortado por el carnicero vecino. "Nuestra despensa es el mercado. Son compañeros, nos dan muchas ventajas y recomendaciones. Así va uno a trabajar a gusto. Eso sí, intento picotear de todos". Como en casa.