Si un japonés recién llegado a España intentase pronunciar la palabra "olivo", el resultado de su acento sería el nombre de este restaurante: Oribu. Recién abierto a un paso de la Puerta de Alcalá, este local de línea elegante y luces bajas diseñado por SRS Studio despliega el arte del sumibiyaki (parrilla de carbón vegetal) jugando con referencias castizas. Eso sí, vaya por delante el producto de primera calidad llegado de Japón, de Argentina y de productores nacionales.
El Wagyu certificado brilla en su carta, aunque hay opciones para todos los gustos: si queréis probar las brasas situadas en la mesa, podréis hacerlo con menús degustación de carne, que incluye distintos cortes de ternera de primera calidad; de mar y tierra, con delicias como el cabracho, el carabinero o las ostras; o una degustación que luce algunas de las joyas de su carta tanto en la parrilla como más allá de ella. Apuntad los imprescindibles: el nigiri invertido de socarrat, el tamagoyaki de rabo o el ramen castizo. Pura (y deliciosa) experimentación.