Antonio C. Guijosa se afianzó tras el exitazo de 'Iphigenia en Vallecas', la segunda producción de su compañía, Serena Producciones, en la que María Hervás se revelaba de manera maravillosa entre apenas varios cubos y focos. Guijosa se ha tomado su tiempo para dar a luz su siguiente proyecto, 'Solo un metro de distancia', que estará en la Cuarta Pared hasta el 1 de febrero.
El montaje supone un viaje por el dolor de una mujer adulta que intenta suicidarse, después de lo cual se da una nueva oportunidad para vivir. Utilizando dos códigos distintos –el narrativo y el dramático–, el autor intenta hacernos transitar por la sensación de sentirte espectador de tu propia vida vs. vivirla en su completa intensidad. Es una empresa complicada y quizá resulte un poco difícil la primera transición entre códigos. Tras haber establecido ciertas convenciones narrativas desde la no identificación entre actor y personaje –convenciones que funcionan bien y que ya nos permiten empezar a involucrarnos emocionalmente–, el montaje gira hacia la dinámica de escenas y personajes, lo que potencialmente puede cortar la empatía que la historia ya había generado en el espectador.
Guijosa asume este riesgo con la pericia de un director experimentado: la sencillez escénica es hermosa y eficaz, la iluminación y el espacio sonoro empastan a la perfección y la obra tiene brío y te mantiene atento durante su hora y media de duración. Las cuatro actrices están comprometidas con lo que se está contando, y funcionan a la perfección como un elenco.
Se agradece que el Guijosa autor nos trate como adultos, por las dobleces y matices que extrae del tema principal, y que resuelva con esperanza. Era un asunto difícil y transmitirlo con entereza, respeto e inteligencia era fundamental, sin negar la oscuridad de ningún personaje. Hay que verlo.
Texto y dirección: Antonio C. Guijosa. Reparto: Ana Mayo, Beatriz Grimaldos, Camila Viyuela y Muriel Sánchez