Situado en el Casino de Barcelona, de hecho, tiene entrada a pie de calle, el restaurante Ají ofrece una aproximación al complejo hecho gastronómico andino, privilegiando el lado nikkei, pero con una carta extensa y con materia prima de la buena. "Respetamos mucho el producto y la tradición peruana, pero les damos un pequeño giro", explica la chef Alejandra Ormeño. Lo mejor aquí es olvidarse de pretensiones puristas y disfrutar de platos como el maki acebichado, relleno de aguacate, vieira rebozada con panko y envuelto de atún.
La exuberante cocina peruana ha pasado, en diez años, de ser una desconocida a gastronomía de moda. Buen momento para descubrirla: en Barcelona se ha consolidado un equilibrio entre la revolución de Gastón Acurio y el peruano tradicional.