La Leica es un mito de la fotografía. Ha hecho arte a veces a pesar del artista. Ligera, pequeña, fácil de manejar, es la cámara que mejor ha retratado la espontaneidad con un dinamismo hasta entonces imposible. Y ha cumplido 100 años. Y esta exposición lo celebra. Fue Oskar Barnack el que, en 1914, construye el primer modelo funcional de cámara compacta para película de 35mm. "Negativos pequeños, imágenes grandes", era su lema. La Primera Guerra Mundial frustró su lanzamiento, que llegaría tras la gran contienda, y su comercialización cambió el modo y manera en que registramos la realidad, radicalmente, hasta el punto de democratizar el acceso a la fotografía. Instagram, en realidad, no existiría sin la Leica.
Con los ojos bien abiertos. Cien años de fotografía Leica
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