[title]
Las mascarillas ya forman parte del paisaje urbano en la práctica totalidad de las ciudades del planeta. Y más vale que nos vayamos acostumbrando, porque tendremos que usarlas más allá del proceso de desescalada, hasta que termine la llamada nueva normalidad. Es decir: hasta que exista vacuna o tratamiento contra el Covid-19.
Es una de las principales medidas relativas a la pandemia que regirán mientras España convive con el virus, tal y como ha detallado el ministro de Sanidad, Salvador Illa, tras el Consejo de Ministros que este martes ha aprobado el decreto que regirá esta nueva etapa.
El uso de mascarillas seguirá siendo obligatorio en la vía pública, en espacios al aire libre y en cualquier espacio cerrado de uso público, siempre que no resulte posible garantizar el mantenimiento de una distancia física de seguridad de entre metro y medio y dos metros. Las sanciones para quienes incumplan esa norma será de 100 euros. No obstante, la aplicación de las restricciones recaerá en las comunidades autónomas, ya responsables de la fase 3.
Hay más: deberá organizarse el transporte público para evitar aglomeraciones y las empresas tendrán que garantizar la distancia entre trabajadores, según recoge el decreto. Sin embargo, no habrá restricción de movimientos ni límite de personas para reunirse.
La ciudadanía debe "aprender a convivir con el virus", ha señalado Illa en repetidas ocasiones. Esta nueva etapa arrancará cuando termine el actual estado de alarma, el próximo 21 de junio, y durará "hasta que derrotemos definitivamente al virus". La portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha insistido tras el Consejo en mandar "un mensaje de prudencia y cautela. Sin vacuna o tratamiento, el virus sigue siendo una amenaza. No podemos pensar que el peligro ha pasado", ha apuntado.