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Menuda sorpresa. Caminando entre las calles de la Cabeza y Calvario, ha aparecido un letrero de diseño, tonos rosas y unos rayos de sol que irremediablemente nos invitan a pensar en la playa. Aunque es cuando se cruza la puerta de entrada cuando realmente se empieza a sentir una ligera brisilla mediterránea. Nadie diría que estamos en Lavapiés.
Se trata de Casa du Soleil (San Pedro Mártir, 9), el nuevo hostal boutique que ha empezado a atraer todas las miradas de los que caminan en los alrededores de la plaza de Tirso de Molina. "Abrimos en diciembre de 2021 pero ha sido ahora cuando hemos hecho boom" nos confiesa su hotel manager, Lucía Melgosa. Tan solo diez habitaciones, de tres categorías diferentes (doble, doble deluxe y superior) y todas en la planta baja del edificio, que ha sido completamente reformada para convertirla en un refugio de inspiración marinera. Podría ser Ibiza, con sus tonalidades tierra y arena, su mobiliario de madera, yute y mimbre, sus fibras naturales (mucho lino) y sus plantas exóticas. Pero también Marrakech, con su riad en el patio central al que no le falta ni su aljibe ni su zona chill out.
La idea surge de Alan Conde, un empresario dominicano afincado en Dubai que, sin embargo, pasa muchas temporadas en Madrid. Eso, y su corazón caribeño, explica que haya querido construir aquí su pequeño oasis para compartirlo con los viajeros que buscan un alojamiento diferente cuando llegan a Madrid. Y vaya lo encuentran. Lo ha creado de la mano del estudio de interiorismo Ban Architects y Lucía, que nos confiesa sentirse "como en casa" (aunque nacida en Bilbao, casualmente viene de trabajar de un hotel en Ibiza).
Casa du Soleil es un hostal sí (el precio de la noche ronda los 65 euros), pero boutique y con comodidades que lo trascienden: la cocina está totalmente equipada (tiene hasta espumador de leche para el café que, por cierto, es gratuito para los huéspedes) y en la habitación superior hay hasta albornoces y pantuflas. Porque este no es un sitio para mochileros, es más para parejas de paso por Madrid. Solo falta que los madrileños o viajeros no alojados puedan disfrutar de alguna manera sus instalaciones: espacio coworking, café con calma, tardeo en ese patio... Ojalá.
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