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El aperitivo de siempre se vuelve curioso en este bar del centro de Madrid. A medio camino entre la coctelería, el wine bar y la taberna de toda la vida aparece en Malasaña Paralelo 35, un proyecto de los creadores de La Tuerta Funky Castizo, todo un referente del buen beber en Lavapiés, con el bartender Eme Otero a la cabeza.
Al frente de este local (Divino Pastor, 14) donde los cócteles salen de grifos y se lleva el vino natural y las referencias enológicas del nuevo mundo está Nicolás Miranda, antes en Bad Company 1920 (buena barra a un paso de Callao para escapar del mundanal ruido). Su buen trabajo al otro lado de la barra no pasa desapercibido pero muchas de las miradas de los clientes se van directamente a esa improvisada fuente de la que mana vermut. Un vermut, para más señas, criollo, hecho en la casa (con vermú Petroni, licor de hierbas, fino de Jerez y un cordial de hoja de higo) que podéis acompañar de un tapeo tan apetecible y acertado como su sándwich americano.
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