En pocos bares de Madrid lo mismo suena Paul Anka que Soul Kitchen de X. La música es la gran obsesión de Edu; en realidad, la cultura estadounidense. Y la coctelería, clásica e intensa como a él le gusta, es una parte de ella que le ayuda a expresarse. A falta de nuevas incorporaciones pero con algunos retoques, la carta se ciñe a una veintena de cócteles más platos para acompañar. Las especialidades de la casa son las alitas, los tomates verdes fritos, las hamburguesas o los sándwiches como el Philly cheesesteak. Quedan los cócteles como el Luna Park Nº2 (bourbon, cordial de cerezas, amontillado y bitters) o el más dulce Charly Fifties (licor café, amontillado, lima, espuma de flor de saúco), el reformulado Caña Santa (vodka, lemongrass, Campari y bitters) o el ya clásico Chilidrin (tequila infusionado con jalapeños frescos y encurtidos, piña madurada). Mención al espresso martini fuera de carta que hace con café 100% arábica y, en lugar de vodka, ron jamaicano y cubano infusionados en piel de limón y canela. Tira a carajillo de Cuba, con más matices que el cóctel clásico. También para cafeteros, el Dark Roast (mezcal infusionado en grano de café arábica, PX y Campari).