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Al fin llegó el rey del rap a Madrid. Y prometió volver al despedirse, con con un 'I will be back' al más puro estilo Terminator. Tras las últimas notas de 'Personal Jesus', de sus vecinos de escenario, Depeche Mode, el rapero californiano, ante un público expectante que no dejaba de corear su nombre, salió vestido completamente de rojo y con unas gafas, ante un tapiz que iría cambiando durante todo el concierto y las primeras notas de 'The Heart Part 5'.
Desde Compton hasta Madrid, sobre el escenario de Estrella Damm, Lamar mostraba su prosa lírica, que le valió un premio Pulitzer en 2018, ante un público entregado que no dejaba de cantar todos sus versos, saltar, grabar y mover los brazos. Kendrick tenía a los espectadores en sus manos y lo sabía, por eso no dejaba de alimentar una competición, a ver quien le animaba más: el lado derecho, el izquierdo o el centro. Y nadie quería perder.
Durante la noche, se pudieron disfrutar de temas de la mayoría de álbumes del rapero, canciones de su último y aclamado álbum 'Mr. Morale & The Big Steppers', temas de 'Damn' como 'Humble' o 'Loyalty', 'm.A.A.d city' o 'Money Trees'. Este repaso de la carrera de Kendrick Lamar, lleno de hits, demuestra que es un prosista que va más allá. Para 'Family Ties' subió al escenario Baby Keem, primo del californiano que, tras su accidentado concierto, pudo darlo todo.
En el escenario, sencillo pero con un buen juego de luces, Kendrick salió solo, ante unos tapices que iban contando la historia de una familia afroamericana, con detalles a los lados como 'warning shots not required' (no se requieren disparos de emergencia), aludiendo a la situación sociopolítica de su país. En cierto momento, un grupo de baile, muy similar a Kendrick, acompañó al rapero para el resto del concierto. El prodigio del rap no necesitaba nada más que su intrínseca prosa y su capacidad narrativa.
Kendrick llegó, arrasó y se fue. Su promesa de que volverá deja al público con ganas de cantar más, porque, aunque las rimas del rapero sean rápidas y complejas, todos los que se encontraban bajo el escenario del Primavera Sound se dejaron la voz.