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El (pen)último gran restaurante chino de Madrid nos lleva de viaje al siglo XVII, cuando el país estaba gobernado por la dinastía Qing. Un interiorismo que vas a querer subir a tu cuenta de Instagram y una carta que se mueve entre platos lujosos y los infalibles y omnipresentes dim sum artesanos (Xiao Long Bao de cerdo, Siumai de boletus, Jiao Zi de verduras cubierto de picaña flambeada con soja...). Producto de nivel para levantar otra parada en la nueva alta gastronomía china que crece en Madrid. Esta vez a un paso del paseo de la Castellana.
En el año del dragón, uno de dimensiones colosales (nada más y nada menos que 21 metros de longitud) preside este recién estrenado local. Un espacio que, más allá de su decoración de época y su cómodo mobiliario, tiene como especialidad su pato laqueado. Asado con madera frutal, suflado y trinchado de forma maestra en mesa, viene acompañado de la tradicional salsa hoisin, pepino holandés, puerro argenta y tiras de melón. Se come, como es habitual, con unas crepes artesanas. Si venís en familia, hay que pedirlo.
Importante es la sección marina de Le Chinois (María de Molina, 6)... En cocina preparan desde un espectacular rodaballo salteado a una lubina (de Acuanaria) estofada con jengibre y vino Hua Jiu pasando por un bacalao (El Barquero), unas vieiras al vapor con fideos finos de arroz o un bogavante salteado con jengibre, puerro, cebollino y ajo.
