A Marina no le gustaba el café, "solo su aroma y el ambiente a hogar que crea lo recién hecho". Hasta que probó los de especialidad. Eso, unido a su dominio de la artesanía (tiene dos talleres para aprender a hacer cerámica, uno en Alcobendas y otro en Arturo Soria) y una inquietud innata, le ha llevado a abrir su primer Mama Pottery Café, un espacio acogedor, de diseño nórdico y mucho gusto por lo artesano en el que puedes tomarte un espresso (hecho y servido por un barista que antes estuvo en Acid), un té matcha, una kombucha o una limonada casera mientras eliges colores de su bar de pinturas y dibujas trazos sobre una pieza de cerámica. Tiene unas 60 para elegir, aunque "la favorita siempre es la taza". Atentos a esta mujer, porque algo nos dice que esto no será lo último que haga en la ciudad…
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