Ma solitud

Reivindicar las manos para que no queden solas y olvidadas entre teclas, pantallas y sobreinformación. De ahí surge la idea de esta nueva pieza de Guillem Albà, representante de una gran familia de titiriteros, los Estaquirot Teatre, que ha formado su propia compañía, con la que ya ha girado por medio mundo. Porque su arte es universal, sobre todo en el caso de Ma Solitud, que viaja a las raíces y a la esencia: objetos y pequeños títeres que lo reconectan con su memoria familiar y con su propia infancia, en una propuesta íntima y de proximidad. Todo está en una maleta. Y en las manos. Porque Guillem Albà lo hace casi todo con sus manos, que se convierten en las protagonistas de la obra y nos devuelven al mundo de lo tangible, de lo cotidiano, de lo artesano, y lo hace en un momento en el que tanto una cosa como otra están en franco retroceso frente al empuje de lo virtual y lo tecnológico. Mirar las manos, observarlas, escudriñar en sus líneas más que el futuro, el pasado. Recordar, en fin, la importancia de lo humano, lo sencillo y lo compartido.