De entre los muchos espacios expositivos con los que cuenta la capital, el del Espacio Fundación Telefónica es uno de los más especiales. Quizá por su envidiable ubicación, en la esquina de la calle Fuencarral con la Gran Vía. Quizá por la historia que atesora el edificio, un verdadero icono. O quizá por las exposiciones que acoge. Sea como sea, dejarse caer por allí es siempre un acierto.
Estos días, el Espacio Fundación Telefónica propone tres planes para no perderse. Y todos ellos, completamente gratuitos y en el horario habitual: de martes a viernes de 10 a 20 horas y sábados y festivos de 11 a 21h. El primero de ellos es un viaje a las profundidades: 'Ecos del océano' es una experiencia inmersiva y sensorial a cargo del colectivo de artistas digitales Marshmallow Laser Feast, que proponen a los visitantes reflexionar sobre la importancia de proteger el equilibrio entre el ser humano, la naturaleza y el resto de especies que conviven en el planeta. Especialmente en los mares y océanos, que cubren el 70% de la superficie de la Tierra. Se podrá ver hasta el 7 de septiembre.
En 'Jaume Plensa. Materia interior', el Espacio Fundación Telefónica nos invita a introducirnos en el mundo del barcelonés Jaume Plensa, uno de los escultores más destacados del panorama catalán de las últimas décadas. A través de 15 de sus obras más icónicas, el artista invita, a que cada persona las contemple y mire a su interior. Porque, en sus propias palabras, "el arte tiene que ser este catalizador que nos permita crear una seguridad en nosotros mismos y nos permita hablar de ideas, de vibraciones". La muestra ha sido prorrogada, y permanecerá abierta al público hasta el próximo 12 de octubre.
Por último, en la primera planta el visitante es invitado a una reflexión colectiva sobre cómo han cambiado nuestras vidas desde la irrupción de tecnologías como la telefonía móvil de la mano de 'Exponencial. De analógicos a digitales'. Un viaje al pasado más reciente de las telecomunicaciones, cuando inventos como la IA o TikTok no existían. Porque, aunque parece haber pasado mucho tiempo, no hace tanto que nos comunicábamos de manera radicalmente distinta. La exposición se mantiene como permanente, en una de las apuestas más fuertes de la temporada por parte del Espacio Fundación Telefónica, y que nos lleva a un recorrido por la historia de las telecomunicaciones con una mirada al futuro. Hay que verla.