A pocos pasos del Dos de Mayo hay una barra en Malasaña desde la que se puede viajar a Oriente, trago a trago. Ese lugar es Caravan Serai, la coctelería que presenta una propuesta de autor (y de autora) cuya brújula creativa apunta en dirección a Persia (actual Irán) y de allí por la Ruta de la Seda, atravesando Oriente Medio hasta llegar a India y China, e incluso más allá, hasta Japón.
Mali Mohammadzadeh, barmaid responsable de su diseño, es iraní y al llegar a España se formó en coctelería en la European Bartender School. Junto a su pareja, de origen peruano, emprendieron este negocio cuyo diseño ya es, en sí mismo, una declaración de intenciones viajeras: paredes azules con el techo cubierto por telas en colores sobre la sala con piano, vasos, tazas y copas, hasta teteras con referencias orientales, una y otra vez. Incluso en los garnish que acompañan los tragos se cuelan detalles cuidados y que apoyan esta estética.
De entrada, por llegar y antes siquiera de pedir, se ofrece un vaso de agua con naranja, hierbabuena y lima y algo de picar. El gesto, que puede parecer superfluo, denota una voluntad de hospitalidad que es de valorar y da espacio para sumergirse en la carta y tomarse el tiempo necesario para decidir. ¿A dónde irás hoy?
El grupo de cócteles ofertados se clasifican por países, entre los que Persia tiene una presencia mayor, y que suman un total de una docena de tragos. Su carta física merece atención, y se parece a un álbum antiguo, con ilustraciones que acompañan cada cóctel e indicaciones de su perfil e ingredientes, y dando una idea previa de cuál será su aspecto. Un proceso de elección que, en sí mismo, resulta un entretenimiento.
Además del recorrido de países mencionado, elaboran cócteles clásicos, combinados y otras bebidas y hay un cóctel del mes, de manera que la novedad siempre tiene abierta la puerta.