Luz Arcas, al frente de la compañía La Phármaco, propone un espectáculo poético de danza moderna donde examina la muerte y la memoria.
El montaje nació a raíz de los viajes que Arcas tuvo que realizar a Málaga para visitar a su padre enfermo. En su antigua casa familiar volvió a recordar miedos, sueños y visiones del pasado. Además, se reencontró con iconos y símbolos que tenía olvidados, reconectando con todo ese folclore de su infancia. Todo ello lo fue uniendo para generar una función que reflejarse la muerte como la celebración de la vida dentro de una catarsis individual y colectiva.