¿Buscando un hotel en Atocha? ¡Te proponemos ocho!

Tiene la sala y la terraza en las que cualquiera querría desayunar, tomar un brunch y comer y estirar la sobremesa hasta la cena. Sus vistas sobre Madrid son puro espectáculo. Sus vistas al interior, puro deleite. Y es que la decoración del Only You Hotel Atocha es bonita, cuidada e instagrameable. Está copada del tipo de detalles que no querrás dejar de fotografiar: suelo de formas geométricas en blanco y negro; una escalera de caracol con un bonito suelo de madera; una zona de librería cuqui hasta decir basta; un espacio gastronómico para desayunos y meriendas con propuestas salidas del obrador de Oriol Balaguer; o una barbería inspirada en los años 50 y 60. 

El Hard Rock Hotel Madrid tiene ritmo. Y no, no es un juego de palabras malo. Es una realidad. Porque en este hotel siempre hay algo que hacer. Cuando no es asistir a una de sus sesiones musicales, es participar en una clase de yoga en tu habitación, un baño en su piscina exterior o tocar un rato gracias a su programa de alquiler de guitarras Fender®. Y ojo, que no por ello quieren que renuncies a tu tranquilidad. Sus habitaciones, urbanas, modernas y descaradas, están insonorizadas. Algunas tienen terraza y eso significa vistas sobre una ciudad que te pillará muy a mano porque este hotel está junto al Museo Reina Sofía y muy cerca del parque del Retiro. 

¿Imaginas alojarte en un hotel cerca de Atocha que cuente con un jardín de olivos centenarios? ¿Imaginas tener todo lo que te proporciona una ubicación tan céntrica sin renunciar a la paz que da la naturaleza? Aquí es posible. Del AC Hotel Atocha by Marriott te gustará la elegancia y sobriedad de sus habitaciones, que ofrezca wifi gratuito en todas sus instalaciones, su completa sala de fitness, la variedad en su oferta de desayunos y que cuente con una propuesta de deliciosa cocina internacional. Ahora bien, lo que verdaderamente te enamorará será su jardín en el que conviven olivos con pinos, embriagado todo por el aroma del romero y la lavanda de sus arbustos.  

Que un hotel cuente con una sala dedicada exclusivamente al desayuno ya debería servir como baremo para determinar que es un buen hotel. Si además, ese desayuno es tipo buffet, estaríamos hablando de un muy buen hotel. En este caso, sumémosle que el NH Madrid Nacional está situado en un edificio histórico del Paseo del Prado con vistas, entre otros, al Jardín Botánico. En lugar de confiarse, se lo toman en serio y apuestan por detalles como la carta de almohadas o la posibilidad de alojarte con tu mascota para terminar de conquistarte. Por si aún necesitaras algo más, van a lo seguro: apelan a tu estómago y a lo feliz que será en su restaurante Tablafina.  

En este hotel cerca de Atocha, se aparca cómodamente en su parking privado; en su recepción siempre hay alguien para desearte que pases un buen día o una buena noche; y quieren que te sientas tan a gusto que ponen a tu disposición una carta de almohadas para escojas la que más se parezca a la tuya. El desayuno se toma en su Salón Piano (ahí es nada); la comida, en su restaurante Las Arenas, donde su propuesta reúne lo mejor de la cocina mediterránea; y el hambre, esa que acecha a deshoras, se mata en su cafetería. Ah, si tienes dudas sobre qué visitar, no dejes de preguntar a su personal: te indicarán cómo llegar a la Puerta del Sol, el corazón de la ciudad.  

El lugar perfecto para decir eso de ‘Todo al rojo’ bien podría ser el Radisson Red Madrid. Este hotel de diseño es moderno, desenfadado, hasta descarado y, por supuesto, con detalles colorados salpicándolo todo. El conjunto gusta, mucho. Tanto que querrás hacer fotos a cada rincón y a cada obra de arte que encuentres en tu habitación. Lo mismo te ocurrirá cuando subas a su azotea y descubras las vistas que esconde de la ciudad. Ah, no olvides probar sus propuestas gastronómicas. Juegan fuerte. Desde una mezcla de cocina vasca y nipona a cargo del chef Eneko Atxa hasta la comida para llevar del DeBokata, pasando por los cócteles con música en el Oso Rojo.  

Sabes que te mereces un hotel con azotea. No solo porque quieras vistas de escándalo sobre los tejados de Madrid, sino porque a esa azotea tú le pides tumbonas en las que dorarte bajo el sol y jacuzzi para sentir el estrés abandonando tu cuerpo. Todo esto lo encontrarás en el Catalonia Atocha, donde se han encargado de que ese lujo y bienestar que despliegan en altura se extienda por cada una de las estancias del hotel. Lo consiguen a base de una decoración elegante, de tonos claros y de abundante luz natural entrando por sus ventanales para que la calidez le venga de serie. De buena ubicación, también puede presumir. No en vano, está a tan solo 10 minutos de un lugar tan emblemático como La Latina. 

Si hay algo por lo que a simple vista destaca este hotel boutique es por su buen gusto. La delicadeza y calidez de su decoración lo impregnan todo: desde la intimidad de unas habitaciones que disponen de zona de estar hasta el gimnasio, pasando por las siempre anodinas salas de reuniones que aquí resultan acogedoras. Dispone de aparcamiento privado, terraza, recepción abierta las 24 horas; restaurante que lo mismo te sirve el desayuno, que la comida o la cena; y la posibilidad de alojarte aquí con tu mascota. Lo que te decíamos: a simple vista, destaca por su buen gusto; en cuanto escarbas un poco, por mucho más.